La fecha recuerda el descubrimiento de América, lo que se tradujo en un complejo proceso que incluyó el exterminio del aborigen y comprendió, además, siglos de dominación y un profundo intercambio cultural que llega hasta nuestros días
Seguramente, no habrá sido sencillo para los Reyes Católicos aceptar la osada propuesta de ese navegante genovés, nacido de una familia que la había tenido que luchar para salir adelante. Tenía un argumento convincente, pero a partir de una concepción insólita que hacía poco estaba prendiendo como verídica. Cuando los turcos habían recuperado Constantinopla en 1473, se había cerrado un paso comercial importantísimo entre oriente y occidente.
Esa fue una de las razones esgrimidas por Cristóbal Colón en la corte española: ganar por mar lo que por tierra demoraba largos meses. Lo que no se esperaban fue que se proponía llegar a oriente desde occidente por agua porque, aseguraba, que la tierra era redonda, que el mar que separaba España de las Indias era pequeño y perfectamente navegable.
“Envíenme a ese hombre”, ordenó la reina Isabel cuando se enteró del proyecto del genovés. Por ser Reina de Castilla le corresponden los temas de navegación, mientras que su marido, Fernando de Aragón, se ocupaba de los terrestres. Cuando se entrevistó con ellos, en mayo de 1486, Colón ya sabía cómo manejarse. Para entonces, ya había defendido su proyecto ante el rey Juan II de Portugal, aunque el resultado no fue el deseado, ya que se acusaron mutuamente de estar loco.
En cambio, la reina española vio sumamente tentador explorar una vía hacia la venerada Jerusalén, tironeada por siglos entre cristianos y musulmanes. Y, de paso, hacerse de las riquezas y productos de un vasto mundo del que poco se conocía.
La reina dio el visto bueno y le adelantó una buena suma de dinero al explorador, aunque supeditó la aprobación del viaje a una comisión de expertos, los que se tomaron años en dar su dictamen, que resultaría negativo por unanimidad.
Sin embargo, consejeros del rey lograron ser lo suficientemente persuasivos para que la empresa se llevase adelante. La mayoría eran andaluces y hasta había cuatro que eran buscados por homicidio. Ellos fueron los que un viernes 12 de octubre de 1492 llegaron a la isla que Colón bautizaría como San Salvador. Es en la actualidad la isla de Watling, en las Bahamas.
Sin saberlo, habían descubierto América. La mayoría eran andaluces y hasta había cuatro que eran buscados por homicidio.
El adelanto en tecnología militar fue lo que hizo la diferencia entre los 300 mil españoles que llegaron entre 1492 y el 1600 contra más de cincuenta millones de indígenas. De la misma manera, bajo el principio de “dividir para reinar”, los españoles supieron armar alianzas con determinadas tribus, en detrimento de otras.
FUENTE INFOBAE