Este martes, en el marco de una nueva Sesión Ordinaria del Concejo Deliberante de la ciudad de Oberá, tomó Estado Parlamentario por un lado el proyecto presentado por el concejal, Alejandro «Toto» Etchberger del Bloque Justicialista y en simultáneo el Bloque Frente Renovador presentó otro proyecto, donde ambos escritos solicitan al Ejecutivo Municipal que se tomen las medidas necesarias para hacer de Oberá una ciudad con «pirotecnia cero».
El proyecto presentado por Etchberger establece la «prohibición de la fabricación, comercialización, almacenamiento, tenencia, acopio, transporte, distribución, venta al público –mayorista o minorista- y el uso particular de todo elemento de pirotecnia, artificio o cohetería sonora. Quienes incumplan lo establecido en la Ordenanza, se le decomisará el producto y tendrá que abonar una multa.
Pensar en el otro
«Hoy sabemos que muchas personas, especialmente aquellas que tienen Autismo, Hiperacusia, síndrome de Down, los ancianos y niños son particularmente sensibles al impacto producido por la pirotecnia, cualquiera sea su categorización legal. Por eso, es muy importante que todos aprendamos a evitar conductas que hagan daño al otro para que logremos contribuir a una sociedad mejor», dijo el edil y agregó: «Con la implementación de esta medida, se protege a las personas más vulnerables de la ciudad, se mejora la convivencia, se incrementa la calidad de vida tanto de los seres humanos como de los animales, y, como si esto fuera poco, se reduce la contaminación acústica».
«La mayoría de los productos pirotécnicos superan los 120 decibeles cuando lo permitido es 90»
Estudios hechos por profesionales expertos en la temática, revelan que si un cohete o petardo que explota cerca provoca un ruido que supera ampliamente los 90 decibeles, que es el límite aceptable en materia de salud sonora. Luego de los 120 decibeles, (marca que la mayoría de los productos de pirotecnia los supera), el ruido causa dolor en el oído y lo lesiona a nivel nervioso.
Cada año se multiplican los casos de personas heridas o con lesiones (en algunos casos irreversibles) causadas por el uso de la pirotecnia, sumado a esto, el sonido, a veces, ensordecedor que producen las bombas de estruendo, rompeportones y otros tipos de material pirotécnico, no solo causa que los animales huyan de sus hogares y se pierdan, sino que también puede afectar de manera significativa la vida de las personas, provocándole taquicardia, miedo, y/o problemas de audición, que pueden llegar a ser permanentes.
«A pesar de que todos conocen los daños que produce la pirotecnia, las personas siguen sin tomar conciencia, por eso planteamos este proyecto, concluyó el concejal Etchberger.