Escribe Nota Editorial Jorge Mielniczuk – El Frente Renovador busca recuperar gran parte de los votos que obtuvieron en las elecciones a gobernador en junio de este año, y que se quedaron entre votos en blanco, nulos y los que se fueron con al P.J. en las PASO. Mientras que el Partido Justicialista espera repetir el porcentaje de votos obtenidos en las primarias, con la diferencia que ahora compite con el oficialismo provincial que se presenta como aliado político de la fórmula presidencial encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. En Cambiemos también esperan mantener la misma cantidad de votos que en las PASO, y con ello lograr una banca en la Cámara de Diputados de la nación.
Si bien es una elección nacional, están en juego cuatro bancas a diputados nacionales, luego de la indefinición del oficialismo en las elecciones primarias en donde no acompañaron a ningún candidato presidencial y dejaban a los electores que decidieran su voto a favor de la fórmula presidencial que más contemplara sus intereses. Y la expresión del electorado misionero fue contundente a favor del Frente de Todos, decisión electoral que aceptó acompañar el oficialismo provincial en forma decidida.
La disputa electoral en la provincia se centra entre el Frente Renovador, con la boleta corta con sus propios candidatos a diputados nacionales, más la boleta presidencial con la candidatura de Alberto Fernández. El P.J. que es integrante del Frente Renovador de la Concordia a nivel provincial, compite con candidatos propios a diputados nacionales acompañando en la misma boleta a la fórmula del Frente de Todos, lo que hace suponer que la fórmula integrada por los dos Fernández, aumentará el porcentaje de votos en la provincia de Misiones, como en el resto del país.
El oficialismo provincial, en su cruzada con la boleta corta, sigue reivindicando el misionerismo. En la mayoría de las gigantografías y publicidades estáticas o televisivas se visualizan la foto de Alberto Fernández con la de los candidatos del Frente Renovador, encabezados por Diego Sartori e Ivonne Aquino; con la idea y propósito de que el futuro gobernador, Oscar Herrera Ahuad, tenga mayor fuerza de negociación con el gobierno nacional a partir de la cantidad de bancas de diputados nacionales que pueda contar. Para ello, deben recuperar una gran cantidad de votos nulos y en blanco, como así también una gran cantidad de votos que entienden que son renovadores y que al ver una indecisión a quien acompañarían como presidente se volcaron a elegir la boleta completa del Frente de Todos en Misiones.
Por el lado de Juntos para el Cambio, al igual que en el resto del país, se trata de evitar hablar del presidente, como así también las publicidades con Mauricio Macri. Incluso en Buenos Aires varios candidatos a intendentes promocionan el corte de boleta excluyéndolo a Macri y a la gobernadora Eugenia Vidal. En Misiones el candidato a diputado nacional por el Macrismo, Alfredo Schiavoni, no está teniendo el acompañamiento que hubo en las elecciones a gobernador ni en las PASO, incluso muchos radicales y peronistas hicieron la plancha y otros pasaron a militar a favor de los candidatos del Frente Renovador, como es el caso del ex candidato a intendente en Oberá por Juntos por el Cambio, Armando Horrisberger.
Del lado del justicialismo misionero, la campaña de la boleta corta fue muy tranquila, como queriendo marcar no más que presencia electoral y para no provocar alguna rebelión de pichados, tal cual los resultados de las elecciones primarias y de repetirse el resultado, entrarían Cristina Brítez y Héctor “Cacho” Bárbaro.
En las PASO, no hubo la misma militancia en búsqueda del voto a favor del misionerismo como en esta oportunidad, en la que se observa un intenso nivel de acompañamiento de los intendentes y militantes. Incluso al actual gobernador Hugo Passalacqua y al actual vicegobernador y gobernador electo Oscar Herrera Ahuad, en recuperar votos y lograr, si no es el triunfo, acortar al mínimo la diferencia con el PJ, lo que implicaría una banca o más en disputa.
Veremos cuál será el comportamiento de los electores, si entendieron o no el mensaje del oficialismo provincial de la boleta corta, apoyando el misionerismo, marcando un sentido de pertenencia contundente y que sería, sin dudas, para el gobierno provincial, un doble triunfo, porque ahora le suma la boleta presidencial, ya definida en un claro apoyo a la fórmula presidencial encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Cambia, todo cambia…
Se llega a la instancia electoral nacional mirando lo que ocurre en el vecino país de Chile, que era el modelo a seguir. Antes, el sector asalariado salió a protestar en Ecuador y en otros países, como en Francia y España, en donde los sectores medios y los que están fuera del esquema económico cada vez de mayores ajustes, aumentando a trabajadores sumidos en la pobreza y a salarios que no llegan a fin de mes, mientras esperan una respuesta de la política, y de los gobiernos las soluciones e inclusiones sociales que no llegan, a pesar de las promesas de que en el corto plazo se convierten en decepcionantes mentiras, que se visualizan en las manifestaciones callejeras en diferentes países.
En medio de este contexto social y mirando de reojo, no solamente se elige un presidente, se debe decidir y elegir entre dos modelos políticos económicos claramente diferentes en su concepción y aplicación. El modelo político económico del actual presidente Mauricio Macri, de privilegiar a los sectores financieros y exportadores, en desmedro de la industria y el trabajo nacional, y el modelo de Alberto Fernández, que propone privilegiar a los sectores de las PyMES nacionales y a los trabajadores, volviendo a pesificar los servicios básicos y esenciales como lo son la luz, el agua, el gas y el transporte, entre otros beneficios.
Los operativos mediáticos de última hora, ensalzando miedo de las corridas cambiarias y bancarias, cepos y corralitos, no solo advertida por los medios oficialistas y los periodistas militantes del Macrismo, sino también alentadas por el oficialismo.
Ya no hay espacio ni margen para una mentira más y eso lo saben los dirigentes políticos. El escarmiento se observó en las urnas en las PASO, en donde se pronunciaron contundentemente en contra del actual modelo político económico y social. Y que no resulte extraño, según cuales sean los resultados electorales del próximo domingo, que desde el oficialismo reaccionen como en las elecciones primarias luego del resultado electoral, con corridas cambiarias y aumentos de precios que el mismo presidente Macri tuvo que salir a pedir disculpas y tomar algunas medidas económicas.
No se puede mentir más a la gente porque hoy día mirando lo que ocurrió en Ecuador y lo que ocurrió y sigue ocurriendo en Chile, mentir es como jugar con fuego, aunque algunos gobernantes y dirigentes políticos ya están incinerados.