Gilad Pereg, exmilitar israelí, adoptó un comportamiento intimidante y especialmente curioso: ante los guardias del penal de Boulogne Sur Mer, donde está encerrado e incluso ante los jueces que deberán resolver su futuro procesal, él actúa como un gato.
Este martes, cuando fue el hombre de 36 años fue conducido a los tribunales de Mendoza, a una audiencia clave para su defensa, profirió sucesivos y desafiantes maullidos.
Por qué el asesino se comporta como un gato
“Su salud empeoró y va a seguir empeorando ya que por su patología (se cree un gato) no es comprendido por los penitenciarios, que saben tratar a presos normales, y él no lo es”, aseguró Maximiliano Legrand, el abogado del asesino.
“Ya tiene una mano quebrada y no pasaron ni diez meses. Posteriormente puede terminar en algo peor”, advirtió Legrand, que quiere que trasladen a su cliente a un centro especializado.
La audiencia a la que Pereg entró maullando estaba relacionada con una apelación de la defensa, que reclamaba la admisión de pruebas que le habían sido denegadas en la primera etapa de la instrucción de la causa por los asesinatos que cometió el hombre que se cree gato.
Además, la Cámara de Apelaciones de Mendoza aceptó la incorporación de nuevos testigos y de peritajes psicológicos y psiquiátricos antes del juicio, cuya fecha aún no ha sido fijada.
FUENTE RADIO MITRE
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