La devaluación de la moneda brasileña vuelve más atractivo viajar al país vecino.Si los pasajes al exterior -y a Brasil en particular- fueron las estrellas del último Cyber Monday, la devaluación del real a mínimos históricos terminará de coronar una oferta de vacaciones para los miles de argentinos que, cada año, visitan el país vecino.
En las últimas dos semanas, el dólar trepó 5 por ciento respecto del real, que llegó a los menores valores desde su creación, en 1994. El dólar se cambia por 4,20 reales, un precio nunca antes registrado. En momentos en que la cotización oficial de la divisa en la Argentina está planchada en $62,50 -el precio del Banco Nación-, valor al que se accede sin cupo al pagar con tarjeta de crédito cualquier consumo en el exterior.
Los vuelos a Brasil se abarataron por la mayor oferta, con líneas aéreas low cost que se sumaron a la operación en los últimos años.
A la vez, los alojamientos en el país vecinos suelen ser más baratos que hospedarse en la costa atlántica, por ejemplo, en temporada alta. Una semana en Buzios en un departamento para cuatro personas, por ejemplo, puede costar un promedio de 60 dólares por noche, según surge de una búsqueda rápida en Airbnb. Son $26.250 en total, al tipo de cambio actual. La misma semana en Pinamar promedia entre 80 y 90 dólares por noche en el mismo buscador; son entre $35.000 y $39.000.
El costo de vida en Brasil no es tan sensible a la evolución del dólar como en la Argentina. Un almuerzo en un restaurante barato ronda los 20 reales por persona (menos de 300 pesos, al cambio actual), según el sitio Preciosmundi, que compara precios de todo el planeta. Un menú de comidas rápidas tiene precios similares (24,9 reales allí, $370). Una botella de agua mineral de 1,5 litros se vende a 2,92 reales (unos 43 pesos), contra los $58 que cuesta, en promedio, en el país.
El futuro del real
¿Seguirá devaluándose la moneda brasileña? Las opiniones de los analistas están divididas.
Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera, escribió en un reporte reciente que Brasil tiene un importante déficit financiero, del 7% del PBI, que debe financiar. Y que a la era de dinero barato en el mundo le queda poco.
«El dinero gratis (crédito abundante) se está acabando en el mundo. Hay una enorme burbuja crediticia a nivel global y la película no va a terminar bien. Hay un alto riesgo de ver una escapada del dólar en Brasil. Y si se cierran los mercados de crédito tendrá que financiar ese déficit con emisión monetaria (lo que a su vez aumentará la presión sobre el dólar)», sostuvo Boggiano.
La consultora Delphos no fue tan terminante y sostuvo que la baja del real se debe al recorte de tasas de interés del Banco Central brasileño. «El real brasileño está sufriendo la dura transición desde una moneda de «carry trade» a una que cumpla su verdadero rol. En el mientras tanto, se observan una combinación de factores que no ayudan, tales como lo sucedido en la región, el ciclo económico global que no es favorable para los emergentes y la polarización luego de la liberación de Lula», indicó.
Un real más débil favorece a los turistas argentinos que eligen veranear en Brasil. Pero complica a las empresas argentinas que deben competir con productos más baratos del país vecino. Y también al turismo receptivo, que genera divisas y que depende de los brasileños en buena medida.
fuente TN
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