En abril pasado, una joven de 25 años dio a luz en el hospital Samic de Oberá y expresó dar en adopción a la criatura porque habría sido de un abuso sexual perpetrado en Buenos Aires, donde residía con sus otros dos hijos pequeños.
Pero pasaron pocas semanas y reconoció que había radicado una falsa denuncia para ocultar que había quedado embarazada de un hombre que poco después desapareció sin hacerse cargo. En este contexto y ante el temor de que su familia la cuestione, adujo haber sido abusada sexualmente.
En consecuencia, viajó a Oberá para dar a luz y entregar en adopción a la beba. Incluso, después reconoció que sus familiares ni siquiera sabían que estaba embarazada.
La pequeña nació el pasado 6 de abril en el Samic en perfecto estado de salud, al punto que a las 48 horas estaba en condiciones de ser dada de alta.
Ese mismo día su madre expresó que no deseaba hacerse cargo de la beba porque fue concebida por una violación y pidió que la Justicia disponga de su entrega en adopción.
Posteriormente, cumplimentó el trámite de inscripción en el Registro Provincial de las Personas y anotó a la pequeña con su apellido. También manifestó en esta formalidad legal se agotaría la relación con su hija biológica.
El 8 de abril la dirección del Samic giró toda la documentación al Juzgado de Familia de Oberá, organismo que debía resolver respecto a los trámites de guarda y adopción.
En tanto, en consenso con el área de Niñez de la Municipalidad se acordó que por el lapso de 45 días la beba permanecería en el hospital al cuidado de las enfermeras y médicos de neonatología.
Nueva vida
Nueva vida
Fuentes del caso recordaron que “la madre dejó en claro que no se quería hacer cargo de la beba porque fue producto de una violación, pero insistió en que antes de abortar prefería que naciera y darla en adopción”.
De todas formas, desde el primer momento hubo indicios que hicieron sospechar de la versión de la joven.
Por ejemplo, ante la consulta de los profesionales que la asistieron, comentó que su familia desconocía que fue víctima de un abuso sexual y que estuvo embarazada, circunstancia que se habría visto favorecida por el hecho de que residía en Pilar, provincia de Buenos Aires.
Explicó que ya tenía dos hijos, que trabajaba y tenía un buen pasar en Buenos Aires, hasta que ocurrió el presunto abuso.
Por ello decidió regresar a Misiones para dar a luz y comenzar una nueva vida en su provincia de origen. Al menos esa fue la versión que contó en ese momento.
Sin dar demasiadas precisiones, mencionó que había denunciado la supuesta violación, aunque la Policía de Buenos Aires nunca le informó sobre avances en la investigación.
Al confirmar su decisión de entregar en adopción a su pequeña, la mujer se instaló con sus dos hijos mayores en casa de sus padres en una localidad vecina a Oberá.
Pero dos semanas más tarde se presentó en el hospital y expresó su deseo de recuperar a su hija, lo que debió corroborar en sede judicial.
“Estaba acompañada de familiares, quienes desde un primer momento se mostraron muy comprensivos con la situación y le brindaron todo el apoyo que necesita para criar a su beba. Hoy están todos juntos y felices”, subrayaron.
Y recordaron una anécdota: “Las enfermeras eligieron el nombre para la beba y, sin saber, le pusieron el mismo nombre que la hermana más grande. Como que siempre hubo una conexión”.
FUENTE EL TERRITORIO/ NOTA POR DANI VILLAMEA