“Lograr una productividad sustentable en el tiempo sólo es posible si los trabajos se realizan con cuidados de la planta y del suelo, apropiados y oportunos. No hay otra manera de lograr que las plantas perduren en el tiempo generando hojas año tras año”. Con claridad, el ingeniero agrónomo Matías Bazila, del Área Técnica del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), resumió la importancia de conocer y aplicar técnicas amigables con el ambiente. “Podemos decir que el trabajo debe ser inteligente; hay que observar y asegurar que en el yerbal estén dadas las condiciones para mantener sanas y vigorosas las plantas”, agregó.
Ya cerca del inicio de la zafra gruesa, desde el Área Técnica se recuerda que la cosecha “es una poda y para ello debemos conocer cuáles son los trabajos a realizar en nuestros yerbales y en que épocas, además de prever la necesidad de herramientas e insumos a utilizar según la intervención”. Así, enfatizó Bazila, “el conocimiento y la planificación son la base para obtener eficiencia y asegurar próximas cosechas”.
A tono con las recomendaciones de técnicos de distintos organismos de la zona productora, el manejo de plantas propuesto es el de rama madura. “Esto significa cosechar ramas de 2 años todos los años sobre la misma planta”, explicó.
Las tareas incluidas en un buen manejo de la planta de yerba mate son las siguientes:
– Viruteo: Es una operación manual. No debe provocar heridas. No se debe virutear los brotes basales (chupones) ni la viruta externa de la rama. De esta forma se generará mayor amplitud en la planta y más ramas de corte.
– Poda de limpieza: Es el corte de toda rama enferma, improductiva (nudos – macetas) o mal ubicada. De acuerdo al diámetro de la misma, se hacen cortes con motosierra, serrucho o tijera. La mejor época para esta tarea son los meses de mayo y junio.
– Corte de rama madura o desocupada: Es el corte de la rama de cosecha de dos años. Al cortar, debe quedar un aumento no menor a los 12 centímetros de largo y de un diámetro mayor a los 2,5 centímetros; si la rama no ha alcanzado el diámetro, es dejada sobre la planta y se le realiza un despunte (mboreví). Si el año anterior se hizo bien el raleo, estos aumentos quedan generalmente solos sobre la rama y se evitan las competencias internas de la planta.
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– Raleo de las ramas verdes: Si notamos que hay dos o más ramas sobre un aumento, hay que hacer el raleo (corte al ras) y dejar una sola para que su desarrollo sea óptimo. Esta es la rama que queda en la planta después de la cosecha y que será cortada el año siguiente, por lo que debe ser la mejor.
– Mboreví: Si la rama que queda después del raleo es vigorosa y al cumplir los dos años formará mucha madera que no se podrá aprovechar en el secadero, es recomendable hacer sobre la misma el “mboreví”. Esta tarea se realiza cortando el extremo de la rama, logrando de esta manera romper la dominancia apical (vertical).
– Poda de rebaje: Se puede hacer en forma parcial o total, cortando las ramas cuidando de no dejar material dañado por debajo del corte. Esto se puede hacer en los meses de julio y agosto.
No se debe cosechar al año sobre el material cortado. Solamente viruteo y raleo si es necesario.
Tener en cuenta:
– La productividad de un cultivo está dada por la intervención del hombre sobre los bienes naturales, por lo que el resultado estará en función de la toma de decisiones que realicemos.
– Para que cada práctica se realice de la mejor manera, es fundamental contar con herramientas de buena calidad, en buen estado y apropiadas para cada tarea.
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