Así lo afirmó la madre de Jonathan, el pequeño de seis años que cayó de un colectivo que circulaba con las puertas abiertas y se golpeó la cabeza. La mujer agregó que el chofer nunca le hizo caso a sus gritos para que la cerrara.
Un niño de seis años que viajaba a bordo de un colectivo urbano en compañía de su madre y hermanos, terminó internado en estado crítico y con riesgo de muerte.
En una maniobra brusca del chofer, el menor se precipitó al asfalto en momentos en que la puerta de la unidad estaba abierta. Compungida por el estado de salud de su hijo, en medio del dolor, Viviana Ferreyra, expresó su indignación porque después que el pequeño cayó, el conductor no se detuvo.
La madre indicó que habían tomado la línea 91 para dirigirse a su casa. Durante una buena parte del trayecto “el conductor iba con la puerta abierta. Inclusive le toqué dos veces el timbre para que la cerrara, pero no hizo caso”, sostuvo.
“En la parada anterior la había cerrado, pero la volvió a abrir durante el trayecto”, relató la señora. Cuando el colectivo ya había ingresado a la avenida 147, en dirección a Itaembé Miní, se acercaba el lugar de la parada de Viviana. Tocó el timbre por tercera vez para avisar que bajaba. La puerta continuaba abierta.
“Yo estaba prendida por un barral con mi beba en brazos. Yonatan no estaba en el borde de la escalera»
estaba en la plataforma, pero el chofer frenó bruscamente y eso provocó que mi hijo cayera al vacío.
«Es una criatura que no tuvo fuerzas para sostenerse».
Quise ir tras él y una señora me agarró de atrás para que no lo hiciera. Grité y le gritamos para que se detuviera, pero lo hizo casi una cuadra después. Corrí para ayudarlo con otros pasajeros, en ningún momento el conductor retrocedió”, prosiguió su relato.
Explicó que en medio de la desesperación, “lo llevamos alzado. Lo subimos de nuevo al colectivo y le pedimos al chofer que nos llevará hasta el Caps, pero siguió como si nada, deteniéndose para que bajaran o subirán otros pasajeros”, contó indignada la mamá.
“Cuando llegamos lo atendió un doctor que logró reanimarlo. Le dio su celular para que mirara dibujitos y que se distraiga. Lo mantuvimos despierto. Vino la ambulancia y cuando lo llevábamos hacia el Hospital Pediátrico, a mitad de camino se desvaneció por completo. Los médicos me dijeron la verdad. Está en coma y muy grave”.
Viviana afirmó que se aferra a Dios para que su hijo se recupere. Sin embargo entre lágrimas expresó: “También me dijo el doctor que se puede esperar lo peor o que le queden secuelas de por vida”.
Contó que estas horas son críticas. “Mañana (por hoy) van a intentar despertarlo”. Sobre su hijo expresó que “él iba a salita de 5 y este año tiene que empezar la escuela. Ya lo anotamos pero ahora no sabemos qué es lo que va pasar”.
La madre estaba acompañada en la vigilia por Yonatan afuera del nosocomio por su hermana, mientras que su esposo que llegó desde Eldorado donde estaba trabajando se ocupaba de atender a los otros cinco hijos del matrimonio.
La tía de la víctima aseveró también: “Si el chofer hubiera circulado a una velocidad adecuada y no hubiera tenido la puerta abierta esto no hubiera pasado. ¿Dónde tenía la cabeza el chofer, que si cayó una criatura y toda la gente gritaba por qué no paró?”.
“Nadie maneja con las puertas abiertas y menos si se transporta a personas. La empresa tiene que hacerse cargo, porque van a tener miles de problemas con choferes que no están capacitados. Llevan vidas, tienen que ser conscientes del trabajo que realizan”.
FUENTE PRIMERA EDICIÓN