Ayer se cumplió una semana del hallazgo del cadáver de Pablo Martín Arredondo (37), en el departamento que alquilaba sobre calle Colón.
Justamente, también una semana después, la Policía y la Justicia se hicieron con quien se completaría la lista de implicados en el crimen. Así, rápidamente la investigación arrojó luz sobre lo que sucedió en la madrugada del 19 de febrero.
Cuando promediaba la mañana de ayer, un joven de 21 años se entregó en la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones. Lo hizo en compañía de su abogado. Quedó detenido y a disposición del Juzgado de Instrucción 3, a cargo del magistrado Fernando Verón, quien hoy podría citarlo a indagatoria.
Era el último de los buscados por el asesinato del hombre oriundo de Lanús, provincia de Buenos Aires. Los efectivos sabían que de los siete sospechosos de haber estado con Pablo aquella noche, cinco se habían ido a Buenos Aires.
La policía detuvo al primer sospechoso, un joven de 25 años, el pasado jueves en el barrio Yacyretá de Posadas. Horas después fue aprehendido el segundo, de 20 años. Ante la trascendencia de la noticia, otros cuatro sospechosos optaron por buscar abogados y presentarse espontáneamente para evitar el operativo policial. Entre ellos estaban una joven de 18 años quien habría sido pareja de la víctima, y otra de la misma edad. De este grupo de aprehendidos uno tiene 17 años. Fue liberado y quedó a resguardo de sus padres, pero supeditado a la causa.
Todos ellos habían sido captados por las cámaras de seguridad de la zona del edificio de calle Colón. Fue así que sólo faltaba uno. Se creía que podía estar en Buenos Aires.
Respecto al que se presentó ayer, de forma extraoficial se pudo saber que cursó sus estudios secundarios en un colegio del centro de Posadas hasta que emigró hacia el centro del país. Más allá de ello, continuamente iba y volvía hacia esta ciudad.
La noche del crimen, varios de los implicados estuvieron de festejo en un pub del centro y culminaron la noche de forma violenta en el departamento de Pablo, donde lo mataron para presumiblemente robarle dinero.
Esa es la principal hipótesis que maneja la Justicia y todo apunta como disparador del hecho al dato que manejaba la misma novia de Pablo. Habían estado juntos en Buenos Aires y ella hasta habría conocido a la familia de él. Viajaron hacia Posadas con 300 mil pesos, más un Volkswagen Cross Fox que se cree que iba a entregar junto al dinero para adquirir otro vehículo.
El dato se filtró, tal vez a propósito. Fueron al departamento de Pablo, lo golpearon y amarraron para llevarse el dinero que se cree que estaba en un bolso. Cuando salían del edificio, una de las chicas fue captada con ese elemento en su poder.