A lo largo de un año y medio, una menor fue violada de manera reiterada por su padrastro, hasta que el sujeto reconoció lo que hizo a través de dos audios de WhatsApp enviados a su mamá y su hermana.
Estremece la crudeza de la confesión. La gravedad del caso plasmada en el tono de voz del acusado y de fondo el desconsolado llanto de la madre de la víctima.
“Mami, me equivoqué. Hice algo que nunca ni vos ni nadie me va a perdonar. Hice algo muy malo y ahora me voy a pagar las consecuencias. Quiero que sepas que siempre te voy a amar a vos y a mis hermanas y a mis hijos. Quiero que por favor siempre cuides a mis hijos y no le dejes a E. de lado, y que le cuides a E. y a mis hijos. Por favor, estate pendiente a ellos, que no necesiten nada, que tengan lo que comer, que tengan todo. Por favor, no te olvides de mis hijos”, señaló Ramón E. (33).
En tanto, en un segundo audio enviado a su hermana, dijo: “Hice algo malo, Sole, y, bueno, ahora tengo que pagar. Te ruego por Dios que nunca desampares a mis hijos. Cuidales, guiales y fijate que nunca les falte nada”.
Si bien en ninguno de los dos mensajes el sujeto dio detalles de lo que hizo ni nombró a la víctima, reconoció que tendrá que pagar las consecuencias, al tiempo que rogó asistencia para sus hijos y hasta para la mujer que lo denunció, identificada como E.
La víctima tiene 13 años y es la hija mayor de quien era concubina del acusado. A su vez, la pareja tuvo dos varones, de 6 y 2 años.
El sujeto fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y se halla detenido en la Seccional Cuarta de Oberá.
Estrategia perversa
Según consta en la denuncia radicada ante la Comisaría de la Mujer, el 21 de octubre del año pasado al mediodía la menor le contó a su mamá el calvario que desde hacía un año y medio venía padeciendo a manos de Ramón E.
La jovencita aprovechó los instantes previos a que el sujeto llegue de su trabajo en un taller mecánico cercano a su domicilio, circunstancia que aprovechaba para someterla, tal como se probó después.
Envuelta en llanto, la víctima relató que el depravado la manoseaba todas las mañanas antes de irse al trabajo, ya que ingresaba a su habitación con la excusa de ver si su hijo de 6 años estaba bien tapado. En tanto, el más chiquito dormía en la pieza de sus padres.
Su mamá siguió indagando y la menor reconoció que también la accedía de manera carnal, para lo cual aprovechaba los momentos en que su mujer no estaba en la casa.
En este punto quedó en evidencia la estrategia del acusado, quien trabajaba como mecánico en un taller cercano al domicilio.
Según la jovencita, cuando su mamá llevaba a su hermanito a la escuela, su padrastro volvía a la casa para someterla en su propia habitación y delante de su hermano menor.
Para entretenerlo, el sujeto le dada su celular al nenito de 2 años, tal como consta en la denuncia.
Asimismo, el depravado llamaba a su concubina con la excusa de que quería saber dónde estaba, lo que la mujer interpretaba como una cuestión de celos. Nunca imaginó que en esos momentos el padre de sus dos hijos varones violaba a su nena.
Luego se determinó que el acusado mantenía bajo amenazas a la víctima para que no cuente lo que le hacía. Le decía que si alguien se enteraba, les haría daño a ella y a su madre.
Detalles aberrantes
Al escuchar el desgarrador relato de su hija, la mujer dio aviso a la Policía y aguardó que llegue su concubino, a quien increpó por su actitud.
Según la denunciante, el sujeto reconoció los hechos, se arrodilló y le pidió perdón.
Fue entonces que la mujer lo obligó a enviar los audios a su mamá y su hermana, donde reconoció que hizo algo muy grave y que deberá pagar las consecuencias.
Además, la madre de la víctima llaveó todas las puertas de la casa para no pudiera escapar hasta que llegara la Policía.
El sujeto fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Dos y permanece detenido en la Seccional Cuarta a la espera del juicio oral, aunque ante la contundencia de las pruebas en su contra, lo más probable es que acuerde su pena en juicio abreviado para evitar la exposición en un debate oral.
Más allá de la denuncia original, la situación del acusado se agravó tras la declaración de la menor en Cámara Gesell, donde brindó detalles aberrantes sobre el calvario que padeció durante un año y medio.
Actualmente, la adolescente y su mamá se hallan bajo tratamiento psicológico.
En tanto, a pesar del ruego del implicado, por propia decisión su familia perdió todo contacto con la víctima, su progenitora y sus hijos menores, confiaron fuentes con acceso al expediente.
FUENTE EL TERRITORIO/DANI VILLAMEA