Son hijos de profesionales, empresarios y funcionarios públicos. Dos de los mayores están detenidos, uno sigue prófugo y el cuarto es menor de edad, por lo que estuvo demorado y luego fue restituido a sus padres.
En el ámbito policial fueron apodados como la “banda de los chicos bien”, ya que todos provienen de familias con buenos ingresos económicos, estudian y viven en barrios residenciales.
Tres de ellos fueron detenidos infraganti, lo que complica su situación procesal, al tiempo que reconocieron que salieron a robar para ayudar a un amigo cuyos padres lo echaron de la casa y no tenía nada para comer. Un justificativo irrisorio ante el daño provocado y las posteriores derivaciones del caso, tal como denunciaron los dueños del local asaltado.
Ayer, Oscar Vallejos (24) y Belén Cabaña (29) contaron detalles del hecho y aseguraron que en las horas posteriores fueron abordados por la madre del menor implicado, quien nunca se identificó como tal, pero sí como funcionaria del Poder Judicial y trató de obtener información por fuera de los mecanismos legales.
Luego se estableció que la progenitora del joven se desempeña como empleada del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, la misma dependencia que interviene en la investigación del robo.
Tras corroborar la identidad de la mujer, el lunes por la noche Vallejos realizó una ampliación de denuncia ante la Seccional Segunda para poner en alerta sobre posibles injerencias en el accionar de la Justicia, sobre todo por la llamativa actitud asumida por una funcionaria que trabaja en el Juzgado interviniente.
La pareja damnificada reside en un departamento ubicado sobre su comercio del rubro gastronómico, en la intersección de las calles Mosconi y Lambruschini, frente al barrio Mayor Krause de Oberá.
“A eso de las 5.50 escuché ruidos abajo, salí al balcón y veo a tres personas jóvenes en actitud muy sospechosa sobre el ventanal y la puerta de acceso al local. Inmediatamente llamé a la Policía y llegaron muy rápido, ya que el Comando está a pocas cuadras, por lo que no se pudieron escapar y los detuvieron”, detalló Cabaña.
Luego observó que el ventiluz del frente estaba abierto, por lo que en primera instancia sospechó que se trató de un intento de robo. En tanto, cada uno de los detenidos llevaba una mochila.
Vallejos había salido temprano para colaborar con su madre, quien reside cerca, por lo que se enteró más tarde de lo sucedido.
Al respecto, comentó que “hasta las 8 de la mañana, más o menos, pensamos que sólo habían tratado de robar, pero cuando entramos al negocio comprobamos que habían ingresado y que llegaron a llenar una mochila con quesos y fiambres que al final no pudieron sacar. También rompieron una mesa”.
Hasta esta instancia los sospechosos habían sido identificados como Jeremías G. (18), Ismael P. (18) y Ángel G. (17), el hijo de la empleada judicial, quienes luego señalaron a un cuatro cómplice, identificado como Elías P. (18), quien al hasta el momento se halla prófugo.
“Lo que primero pensamos fue que uno de los tres entró, pero después confesaron el nombre del cuarto y contaron que cuando llegó la Policía él estaba adentro del local, por eso no lo detuvieron. Se fue la Policía y se escapó, pero dejó la mochila”, precisaron.
Empleada judicial
Con estos datos, más las tres mochilas en poder de los detenidos, se presume que éstos facilitaron el acceso de su cómplice por el ventiluz con la idea de saquear el comercio, lo que fue evitado por la reacción de los dueños y el rápido accionar de la Policía.
El hecho de constatar que ingresaron al local y los perjuicios ocasiones los motivaron a radicar la denuncia.
“Primero pensamos que fue un intento, entonces no estábamos seguros de hacer la denuncia. Pero cuando comprobamos que entraron sí lo hicimos. Hace dos años y medio que estamos trabajando acá y hacemos todo con mucho esfuerzo. La verdad que nos ocasionaron un perjuicio importante”, lamentó Cabaña.
Para colmo, cuando aún estaban evaluando los daños y las pérdidas, recibieron una inquietante visita en su comercio que luego los motivó a ampliar la denuncia en la Seccional Segunda.
Todavía sorprendido, Vallejos precisó que “llegó una mujer muy prepotente preguntando si teníamos cámaras y se presentó como empleada del Poder Judicial. Dijo que tiene muchos contactos y que quería adelantar la investigación del caso”.
“Nos dijo que los ladrones seguro son conocidos nuestros y que si hay un menor involucrado nunca se va a saber el nombre, porque la Justicia no permite. Nos pareció todo muy raro y nunca se presentó como la mamá de uno de los implicados”, agregó.
Por su parte, Cabaña cuestionó “la actitud de la mujer, la prepotencia y el hecho de venir a preguntar algo que no corresponde. Después empezamos a indagar, confirmamos que es la madre del menor y, para colmo, está casada con un policía. Por eso ampliamos la denuncia”.
Vallejos también se mostró preocupado porque el menor lo habría amenazado diciendo que sabe dónde vive su madre. “‘Ya nos vamos a cruzar en el barrio con tu vieja’, me dijo”, cerró.
FUENTE Y FOTOS EL TERRITORIO/ DANIEL VILLAMEA
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