No solamente por el nuevo caso confirmado de coronavirus es que la provincia de Misiones se vio sacudida durante la jornada de ayer, sino también por registrar otro brutal caso de femicidio en el que una joven de 24 años resultó siendo quemada y enterrada dentro de una aldea mbya guaraní en la localidad de San Vicente.
La nueva víctima de la violencia machista fue identificada como María Solange Diniz Rabela (24), quien residía en la aldea Taruma Poty junto a su concubino y además cacique de la comunidad, Marcelo Núñez (36), que desde ayer se encuentra detenido y a disposición de la Justicia como principal sospechoso.
El caso ya habría sido perpetrado durante la noche del domingo, pero recién pudo ser descubierto en el transcurso de esta semana a partir de un pedido de ayuda a la Policía por parte de los familiares de la víctima, quienes ya sabían que la muchacha estaba sin vida pero no podían determinar las causales ni las circunstancias del deceso al comunicarse con los miembros de la aldea en cuestión.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir El Territorio en base a fuentes cercanas a la investigación, durante esta semana el padrastro y la madre de la víctima se enteraron por intermedio de otros familiares que su hija había fallecido durante la noche del domingo y que incluso ya había sido sepultada en el cementerio de la comunidad, pero nunca pudieron obtener mayor información al respecto, por lo que decidieron acudir a la Policía en busca de ayuda.
En esa misma presentación ante la Policía, los familiares de Rabela indicaron que la muchacha vivía en compañía del cacique de la aldea y además añadieron que era víctima de constantes maltratos por parte del hombre, cuestión que acrecentaba el preocupante panorama.
A partir de ahí, los efectivos de la comisaría Primera de San Vicente y las autoridades del Juzgado de Instrucción Tres local dispusieron las primeras medidas. La verdad no tardó en descubrirse y en horrorizar a todos.
Horror al descubierto
Las fuentes indicaron que a partir de las averiguaciones practicadas y la toma de testimoniales en la aldea pudieron establecer que efectivamente ese domingo se enteraron de la muerte de Rabela, que esa misma noche incluso fue quemada y enterrada por su concubino quien adujo que la joven había contraído Covid-19, el virus que mantiene al mundo en alerta.
Con toda esta información sobre la mesa, la Justicia ordenó un allanamiento en la aldea donde residen aproximadamente 20 personas y que se encuentra ubicada en la picada Tambor de Tacuarí, en cercanías al kilómetro 1.274 de la ex ruta nacional 14.
Dicho procedimiento fue ejecutado durante la jornada del jueves y las fuentes señalaron que en la vivienda del cacique apuntado los pesquisas encontraron varios elementos más que comprometedores, entre ellos, un serrucho con manchas compatibles con sangre, además de un trozo de tela y dos mantas con los mismos signos.
Luego, en una zona de monte ubicado a unos 200 metros del asentamiento, los investigadores dieron con una cama de una plaza prácticamente incinerada en su totalidad y con restos de huesos presumiblemente humanos.
Pero, como si fuera poco, eso no fue lo único hallado en la macabra escena, dado que a un costado de la cama constataron que había tierra removida y tras una breve inspección dieron con más restos óseos, que fueron inmediatamente exhumados y enviados a la morgue judicial para el correspondiente examen de autopsia.
Sin embargo, mientras todo esto ocurría, en la aldea el principal implicado ya no estaba, pero afortunadamente fue hallado y detenido al poco tiempo.
Las mismas fuentes señalaron que el cacique involucrado, que a pesar de su nombre de pila es más conocido como Claudio, fue localizado ayer por los efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Regional VIII en la comunidad aborigen pai Antonio Martínez, ubicada en Fracrán, a unos 40 kilómetros del lugar del hecho.
Desde ese momento, el implicado permanece privado de su libertad en una celda de la División Traslados de UR VIII y a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, donde se instruye el expediente como femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua.
Fuentes consultadas señalaron que la joven no era de la comunidad y hace pocos meses había iniciado una relación con el implicado.
Más casos
El reciente caso de femicidio es el segundo registrado en Misiones desde el inicio de las medidas de aislamiento y el tercero en lo que va del año, además de otras claras de situaciones de violencia de género que culminaron fallecidos que quedaron en medio de la denominada “línea de fuego”.
El primer femicidio del año fue el de Sonia Cerpa (40), quien fue asesinada por su ex concubino en el paraje Dos Hermanas. La mujer fue degollada y masacrada a cuchillazos por Valdir “Cuerero” Prestes, que está detenido e imputado por femicidio.
Luego, con la cuarentena ya en marcha, la otra víctima fue Lorena Barreto (32) en Puerto Libertad, quien recibió una estocada en el corazón después de una discusión con su pareja Roberto Rivero Medina (74), que también permanece detenido e imputado.
En medio de estos casos y el recientemente registrado en San Vicente, otros hechos de violencia de género produjeron víctimas colaterales como Anacarla (una beba de dos meses) en Iguazú y Juan Farjat (31), encargado de la reserva natural privada en San Sebastián de la Selva de Comandante Andresito.
FUENTE EL TERRITORIO