Un grave hecho de violencia de género se registró durante la madrugada del pasado jueves en la zona rural de las 2.000 hectáreas de Puerto Iguazú, cuando la ex pareja de Natalia A. (26) irrumpió en la vivienda rompiendo la puerta. Ya adentro del hogar, el acusado la amenazó que si vuelve a denunciarlo la mataría, pero gracias a la intervención de los vecinos el hombre no golpeó a la joven.
La víctima tiene un retraso madurativo leve y padece varios problemas de salud y vive en una precaria casa que le prestaron junto a sus dos hijos de 6 años y 18 meses. Según dijo, denunció a su ex pareja en repetidas oportunidades durante los últimos años, e incluso se ha solicitado una orden de restricción.
No obstante, su ex pareja, identificada como Darío P. (27), no acató las restricciones establecidas por la Justicia y golpeó a la víctima, a tal punto que debió ser atendida por en la guardia del hospital por los golpes.
Testimonio
“Nosotros mantuvimos una relación por 9 años, incluso aún estamos casados, y él siempre me pegó. Pero como en la Iglesia me decían que no debo separarme y Dios lo iba a cambiar yo soporte mucho. Me pegaba con cinto, varas o con lo que encontraba; incluso me pegó varias veces estando embarazada, cada vez que se drogaba o se emborrachaba me pegaba”.
La pareja está separada hace más de dos años, incluso el hombre no reconoció a la hija más pequeña, y tampoco aporta la cuota alimentaria para sus hijas. Sin embargo, nunca dejó de acosarla y perseguirla e incluso en últimas semanas la situación se volvió más violenta porque la víctima, con el afán de rehacer su vida, conoció a otro hombre con el cual inicio una nueva relación.
“Él siempre volvía violento, pero nunca me había visto con otra persona. Esa madrugada cuando vino, gritaba que el tenía los papeles, refiriéndose al acta de matrimonio, y eso era lo que valía. Cuando quiso pegarme los vecinos me defendieron y llamaron a la Policía. Se escapó pero apenas la policía se fue el volvió a amenazarme”, relató la entrevistada.
Añadió que en un momento dado tomó un perfume con atomizador y provocaba llamas con un encendedor, poniendo en peligro su vida y la de sus hijas, además del riesgo que implicaba para la estructura de su precaria vivienda.
Tras tomar conocimiento del hecho la agrupación Mujeres Autoconvocadas trató de gestionar protección personal para la joven madre y sus hijas, sin mucho éxito. Desde la Dirección de Mujer y Familia la licenciada Natalia Ceballos se comprometió a gestionar un botón antipánico en el Juzgado de Familia, pero se desconoce si hubo algún avance.
No obstante, desde la agrupación se contactaron con el gobierno provincial para tratar de conseguir custodia policial o un albergue transitorio para proteger a la mujer y así evitar la posibilidad de un nuevo femicidio. También gestionaron presencia policial en la zona hasta que se dé cumplimiento a la orden de detención librada tras la denuncia de la mujer por amenaza de muerte.
La subsecretaria de Relaciones con la Comunidad, Mirian Duarte, también inció gestiones a nivel provincia. La mujer, mientras tanto, se encuentra al cuidado parcial de la madre y cuenta con el apoyo de los vecinos.
FUENTE EL TERRITORIO