Elsa Llanes (40) conmueve su relato, sufrió el lado más cruento de la violencia de y estuvo a punto de morir cuando hace dos años su pareja le pegó un escopetazo en el abdomen en Puerto Esperanza.
El hombre fue preso y ahora purga una condena de varios años en Eldorado. Pero la vida de Elsa no fue y no está siendo fácil. Sin embargo, logró reponerse de las gravísimas heridas sufridas que le demandaron varios meses de recuperación.
Por el daño en sus intestinos debió permanecer un largo período con una colostomía, hace dos meses la volvieron a intervenir quirúrgicamente y se la retiraron.
Mientras, siente que todo a su alrededor se desmorona. Cuando estaba poniéndose de su estado de salud perdió su casa y las pocas pertenencias que tenía. No tiene trabajo, pensión y ningún otro tipo de ayuda. Ni siquiera celular. Tampoco pudo volver a la tarefa.
Por eso se lanzó una campaña solidaria para poder asistirle.
“Ella se recupera y quiere y debe volver a comenzar una nueva vida. ¿Pero por dónde comenzar cuando no hay nada? Sólo las ganas de seguir”, se preguntó Pamela, que integra la fundación sin fines de lucro ‘Por la sonrisa de un niño’.
Actualmente Elsa vive con su hermana en un precario barrio en las afueras de Puerto Esperanza. Son siete personas compartiendo la misma casa y sobreviven con la Asignación Universal por Hijo (AUH) que cobra la hermana de Elsa.
Precisa todo tipo de ayuda, ya que debe realizar una dieta especial para mejorar su estado de salud, pero le es imposible cumplirla.
“El marido la quiso matar y ella sobrevivió a eso. Estuvo mucho tiempo con colostomía, hace dos meses la operaron para retirársela y ahora está necesitando ayuda para poder comer la dieta que requiere”, contó Pamela.
Frutas, cereales, azúcar, alimentos con fibra, o a base de harina integral y leche reducida en lactosa son algunos de los alimentos que necesita, pero al no tener con qué comprar basan su dieta en reviro y mate cocido, comentó Pamela.
“Ella no tiene casa ni lugar físico donde quedarse. Estuvo mucho tiempo viviendo en el geriátrico municipal hasta que se recuperó y en ese tiempo perdió todo. Ahora se está quedando en la casa de la hermana pero no tiene sueldo ni ningún tipo de ingreso o ayuda”, expresó.
“Nuestra idea es poder conseguirle un espacio, un pedazo de tierra donde pueda hacer una casa para ella. Pero no tiene nada. Tiene que empezar de cero con todo. Necesita todo, desde comida para hacer la dieta hasta un colchón. Porque la hermana con la que vive es muy pobre, tiene un hijo con discapacidad y viven siete en una misma casa”, detalló la mujer.
“Ella físicamente está bien, se para, camina, anda bien. Pero me comentó que le cuesta hacer la dieta porque no puede comprarse la comida que le indicaron. Se come mucho reviro con huevos y mate cocido. Y ella no puede comer eso porque le complica el avance de su recuperación”, explicó Pamela.
Asistencia psicológica
Quien además quedó muy afectado por todo lo vivido es el hijo de Elsa, quien presenció el momento en que su madre recibió el disparo. “El hijo vio todo y avisó a los vecinos. El chico ahora tiene 18 años. Pero por todo lo que pasaron quedó muy afectado psicológicamente y se alejó de ella. Ahora deambula mucho por la calle. Ellos, ni Elsa ni el hijo, tuvieron apoyo psicológico. El chico la cuidó 45 días a la mamá en el hospital y los últimos días pedía por favor no ir más, fue muy traumático para todos ellos esto que pasó”, finalizó.
FUENTE EL TERITORIO