Ante la falta de espacio físico por la cantidad de parcelas ocupadas, se plantean diferentes alternativas para reorganizar las tumbas y nichos en grupos familiares.
El cementerio “La Piedad”, cuenta con 15.147 parcelas en total, de las cuales al mes de febrero. En esa oportunidad se optimizó los espacios y se logró ampliar a 505 que estaban disponibles, y a la última estadística realizada hace menos de 15 días únicamente están 258. Lo que denota una situación especial de ocupación del espacio dentro del mismo.
En este sentido, el Intendente Dr. Calos Fernández explicó “la capacidad está prácticamente agotada, no tenemos espacio y no existe la posibilidad de expandir en terreno. Por ello debemos tomar decisiones rápidas que talvez no gusten a todos pero que son urgentes para la transformación del espacio. Se comenzará por aquellos que hace más de 20 o 30 años que sus familiares no se acercan a regularizar la situación en el municipio. Por ello se realizaron y se continuará con la publicación de edictos para citarlos y que en conjunto podamos decidir las acciones; explicarles qué queremos hacer con sus deudos”.
El objetivo principal es aumentar la capacidad del lugar y que para los próximos no tengamos esta situación problemática de espacio. Asimismo, queremos modernizarlo y hacer de ese lugar tan especial un lugar ordenado.
Uno de los primeros pasos realizados fue achicar los espacios en cada uno de los sectores, fundamentalmente en las nuevas fosas que se realizaban.
Asimismo, el responsable del Departamento de Ingeniería de Procesos, Néstor Fabián Koch detalló que las alternativas son varias, “hoy con las parcelas ocupadas se puede llevar adelante una exhumación a pedido del familiar a cargo y luego realizar el proceso de cremación y aprovechar para unir a uno, dos o más familiares que están en diferentes puntos, en un solo lugar. Asimismo, en los espacios libres existentes, hay sectores en donde se puede continuar con la metodología de entierro en el suelo y otro sector en el que se implementará una nueva modalidad que busca fomentar la cremación y posterior disposición en nichos familiares superficiales para la reducción de cuerpos o bien un cenizario familiar”.
Desde el Gobierno de la Ciudad se enviará al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza donde se dará cuenta de la situación espacial actual y las diferentes alternativas que se implementarán para la ocupación del terreno.
Actualmente, entre los trabajos que se llevan adelante en el cementerio, se realiza un catastro digital en el cual se obtienen referencias gráficas y se realiza un cruzamiento de datos para la identificación de sepulturas, dado a que algunas de ellas no están identificadas por sus familiares.
A la facha, están disponibles 258 lugares, y el promedio anual de ingresos de fallecidos al cementerio es de 392. Por ello se estima que para fin de año se ocupen unos 123 lugares y en esa proyección se calcula que para abril del 2021 ya no quedarían espacios a ser ocupados si se continúa con esta metodología de sepultura en tierra.
Entre las acciones, se encuentra en etapa de finalización la construcción del osario, que está a un 70%. Dentro de la misma se instalará una sala de exhumación innovadora.
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