En marzo del 2017, un cargamento de casi 4.000 kilos determinó una marca en la provincia. Fue una semana después del operativo Sapucay en la localidad de Itatí
El obereño acusado de liderar una banda de narcotraficantes que fue detenido el martes en Ituzaingó, Corrientes, está relacionado a una carga histórica de marihuana incautada en esa provincia, según detallaron a El Territorio fuentes de la investigación. Se trata de 4.000 kilos de marihuana que en 2017 se convirtieron en el decomiso más grande de la historia.
El presunto narcotraficante es José L. (44), a quien en la localidad balnearia le incautaron una importante cantidad de vehículos y dinero en efectivo. Allí el hombre tenía una casa de fin de semana y unas cabañas para alquiler, según dijeron efectivos que participaron de los allanamientos.
El Territorio informó en exclusiva que el hombre había quedado en la lupa de los investigadores en 2017, nombrado por un testigo protegido como “José, el misionero”. Entonces los pesquisas reconstruyeron que había hecho el trabajo de “barrido” o “punteo” de una cargamento de marihuana y para ello utilizó el auto de su esposa.
Fuentes con acceso a la investigación confirmaron ayer que el procedimiento en cuestión ocurrió hace exactamente cuatro años, en marzo de ese 2017. Entonces los efectivos de Gendarmería Nacional detuvieron un camión térmico que contenía casi 4 toneladas del mencionado estupefaciente.
El operativo se desarrolló sobre la ruta nacional 14, en el Paraje Cuay Grande, Santo Tomé. Luego de una requisa de rutina los efectivos del Escuadrón 57 descubrieron, con la ayuda de un can entrenado, los panes junto al motor del equipo de frío. Por el caso intervino el Juzgado de Paso de los Libres, el mismo que ordenó la redada de esta semana.
El pesaje final arrojó 3.985 kilogramos distribuidos en 4.631 ladrillos. Entonces la carga se convirtió en el secuestró más grande logrado en suelo correntino, aunque luego esa marca fue superada. Sin ir más lejos, el año pasado se anunció el decomiso de 10 toneladas por parte de Prefectura Naval en Ituzaingó, aunque en verdad el camión que contenía la droga fue interceptado en San Ignacio.
El hecho fue destacado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, entonces dirigido por Patricia Bullrich, y replicado rápidamente por todos los medios nacionales. Es que, más allá de la importante cantidad de droga, era un momento muy caliente: una semana antes habían detenido al intendente y viceintendente de Itatí por narcotráfico en el marco de la megacausa Sapucay y muchos señalaban a la provincia como un “narcoestado”.
Pero a diferencia de la organización de los funcionarios públicos, la droga en el térmico había salido desde Posadas, según dijeron los investigadores. El dato coincide con lo detallado ayer, que la banda del obereño ingresaba la droga desde Paraguay por Candelaria, la guardaba en Posadas y luego la enviaba en Buenos Aires, aunque también hacían acopios en Ituzaingó y Virasoro.
Respecto de José L. (44), el parte oficial de Gendarmería Nacional -a cargo de la pesquisa- lo describió el miércoles como “el líder de nacionalidad argentina, quien se caracterizaba también por la preferencia del uso de camiones con doble fondo en cargas con frío (térmicos), para el ocultamiento de las sustancias ilegales”, en clara referencia al mencionado operativo.
Fuentes judiciales confirmaron que el hombre tomaba decisiones de relevancia en la estructura, aunque aclararon que no se traduciría en una imputación diferente a los otros integrantes. Esto se debe a que todos realizan diferentes funciones en la cadena de tráfico casi a la par.
Ayer por la tarde se llevaban a cabo las audiencias indagatorias, donde en principio todos iban a ser imputados como coautores.
Aún prófugos
Otro de los mencionados líderes es Marcelo D.C., vecino de Quilmes que huyó con su hijo el martes. Este hombre ya había sido detenido en Paso Cerrito, Entre Ríos, en octubre del año pasado, cuando manejaba una ambulancia con patentes truchas que tenían un pedido de captura emitido en Misiones. Justamente el itinerario unía esa provincia con su lugar de residencia.
Lo llamativo del caso es que la Justicia le notificó la causa por esta irregularidad, pero siguió el proceso en libertad. Recién dos semanas después, en una inspección más profunda, los efectivos de la Policía local descubrieron 2.700 kilogramos de cocaína ocultos en una de las balizas.
Ese decomiso fue clave para recabar mucha información, ya que su cuñado -también detenido en Santa Teresita, partido de La Costa- es el propietario de cuatro vehículos similares y había hecho todos los permisos pertinentes para circular libremente ante las restricciones por la pandemia. Los pesquisas creen que se valieron de esta ventaja para seguir traficando sin complicaciones en cuarentena.
La pata posadeña
Otro dos procedimientos contra la organización tienen como protagonista a un posadeño identificado como Matías P. (21). En su casa de la chacra 122 los efectivos de la Policía de Misiones incautaron el 15 de octubre del año pasado casi 300 kilogramos de marihuana que estaban ocultos en una alcantarilla. Fue detenido junto a su hermano, Facundo P. (28), aunque los uniformados no habían llegado allí buscando la droga.
El operativo se dio en el marco de la investigación de un millonario robo de 10.000 dólares y un millón y medio de pesos de una vivienda ubicada sobre la avenida Tomás Guido. Los registros fílmicos y las averiguaciones de la fuerza provincial señalaron a los dos hermanos y un tercer cómplice, pero en el allanamiento se toparon con elementos que hicieron presumir una actividad ilícita, como balanzas y mucho dinero. Fue cuestión de hacer una búsqueda más profunda para dar con los panes.
Matías y otro cómplice tuvieron mejor suerte dos meses después, en la localidad santafesina de Roldán, al oeste de Rosario. El 23 de diciembre le quisieron mejicanear 24 kilogramos de marihuana, pero sorprendentemente la intervención del conserje del Hotel Parador donde dormían hizo que zafaran. Sin embargo, tuvieron que desprenderse de la droga.
Según medios locales como La Capital, el recepcionista del lugar recibió en horas de la madrugada a dos jóvenes que estaban encapuchados y con armas de fuego. Los datos de los asaltantes eran precisos, ya que exigieron ingresar a la habitación 17 donde había dos hombres “con tonada correntina” alojados desde dos días antes. Pero el hombre se resistió y no lo permitió.
Finalmente, los dos malvivientes lo sacaron afuera, lo subieron a un auto y lo dejaron abandonado en la localidad de Funes. Cuando el trabajador volvió, cerca de las 5, dio aviso de lo ocurrido a la Policía local, que fue al lugar. En la requisa no encontraron a los huéspedes, pero sí el estupefaciente en el piso y dentro de una rueda de camión que estaba marcada para cortar con amoladora.
En cifras
5
A la banda se le atribuyen al menos cinco decomisos, ocurridos en Posadas, Rosario, Entre Ríos y Corrientes. Movían marihuana y cocaína.
fuente el territorio