Los profesionales que asistieron a la víctima no podían creer la brutalidad del ataque, al extremo que en primera instancia -por la gravedad de las lesiones- llegaron a sospechar que habría actuado más de un agresor.
Incluso, ante lo horroroso del cuadro que observaron una médica se descompuso y tuvo que ser relevada por una colega.
Los detalles del caso son aberrantes y se preservan para no revictimizar a una adolescente de 16 años que denunció haber sido abusada sexualmente por un vecino que la habría drogado para someterla.
A consecuencia de las lesiones que padeció, la joven tuvo que ser internada en el hospital Samic de Oberá, lo que marca la gravedad del hecho perpetrado en su contra.
El acusado fue identificado como Julio Roque W. (25), con domicilio en el barrio Villa Svea, quien permanece detenido por orden del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá bajo el cargo de abuso sexual con acceso carnal.
Tras las curaciones de rigor, la menor fue sometida a una serie de estudios y medidas clínicas contemplados en el marco del protocolo de asistencia a las víctimas de abuso sexual. Además intervino el Gabinete de Asistencia Forense (GAF).
Debido a la gravedad de las lesiones en sus partes íntimas, inicialmente el personal de Salud Pública que atendió a la víctima especuló que habrían sido varios los atacantes, aunque luego la misma chica precisó que fue uno solo.
Según consta en la denuncia que se radicó en la Comisaría de la Mujer de Oberá, el día del hecho la joven realizó tareas domésticas en la vivienda del implicado y luego de finalizar la jornada el dueño de casa le invitó mate, circunstancia en que la menor habría perdido el conocimiento por un lapso de tiempo de alrededor de una hora.
Fue a trabajar
Al despertar, según confiaron fuentes del caso, la víctima sentía fuertes dolores en sus partes íntimas y notó un profuso sangrado vaginal. En tanto, el ahora detenido le habría dicho que se vaya a la casa y que se limpie.
Tan aturdida como asustada, la chica se dirigió a pie a su domicilio, situado a unas quince cuadras de donde se registró el abuso. Apenas llegó su mamá notó que sangraba y le preguntó qué sucedió, ante lo cual la menor rompió en llanto y le contó que le dolían sus partes íntimas.
Afirmó que luego del trabajo el patrón le cebó algunos mates, pero fue lo último que recordó porque se desvaneció. Como la hemorragia no paraba su madre la trasladó hasta el hospital Samic, donde en primera instancia fue atendida en la guardia de emergencia.
Fue necesario aplicarle varios puntos de sutura, tras lo cual la sometieron al protocolo correspondiente. Luego la progenitora radicó la denuncia.
En tanto, la menor permaneció internada en observación durante 24 horas.
El acusado es empleado de un conocido mayorista local y reside junto a su esposa y un hijo, aunque al momento del hecho se hallaba solo en su domicilio.
La madre de la víctima precisó que es ella quien trabaja como empleada doméstica en la casa del implicado, pero el martes de la semana pasada tenía síntomas gripales y le pidió a su hija que la cubra en el trabajo, sin imaginar lo que sucedería.
Esta habría sido la antesala del abuso en perjuicio de la menor, quien aseguró que perdió el conocimiento luego de tomar el mate que le invitó el dueño de casa.
Asimismo, por la gravedad de las lesiones que padeció la chica, los profesionales actuantes no descartaron la utilización de algún elemento contundente, lo que no pudo ser corroborado o descartado por la víctima, ya que al momento del hecho habría estado desvanecida.
El acusado guardó silencio
Mientras que la víctima continúa siendo asistida por profesionales clínicos y una psicóloga, esta semana el implicado fue citado a indagatoria y, según fuentes del caso, se abstuvo de declarar por recomendación de su abogado.
Con relación a la víctima, el Código Penal estipula la instancia de Cámara Gesell para los menores que no hayan cumplido 16 años, por lo que en este caso la víctima deberá comparecer en sede judicial para la recepción de su testimonio.
En esa línea, trascendió que la madre de la presunta víctima también requería asistencia profesional por el shock emocional que le produjo el grave suceso.
“Recientemente la familia sufrió una dura pérdida y apenas se estaban recuperando cuando sucedió el abuso de la hija de la señora. Para cualquier madre sería un golpe terrible, pero en este caso se potenció por una circunstancia previa también muy difícil de afrontar porque es irreparable”, precisaron.
En tanto, el caso generó enorme conmoción en el barrio ya que tanto el acusado como la víctima y sus respectivas familias son conocidos.
fuente El Territorio