Lo denunció una madre por abusar de su hija de 14 años en el barrio Horacio Quiroga de Garupá. Por sus características físicas sería cotejado su ADN para determinar si se trata del abusador serial del Palomar y Villa Urquiza.
En Garupá y en Posadas se desenvuelve silencioso y solo, no se le conocen amistades de largo tiempo y se identificaba como “Daniel Suárez, pintor”. Su identidad es otra, tiene 50 años y nació en Resistencia, Chaco. Efectivos de la Dirección Homicidios lo atraparon tras siete días de intensas recorridas y búsquedas de datos. La captura fue ordenada por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte tras la denuncia de una madre en el barrio Fátima cuya hija de 14 años habría sido abusada por este hombre.
Para las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, buscar a un albañil o pintor de altura no debería ser una tarea engorrosa o de extensas investigaciones, porque los expertos en este oficio no son muchos. A este caso se le suma la particularidad de que el apuntado mide poco más de 1,80 metros de altura, es fornido, de largos brazos y se moviliza en una potente motocicleta enduro.
Sin embargo, tras la acusación de cometer el delito contra la integridad sexual de una niña, el rastrillaje fue encargado a los investigadores de Homicidios de la Policía provincial el martes 14 de septiembre y este lunes se obtuvo el final deseado. Lo hallaron en una pieza de alquiler en la zona oeste de Posadas, punto cardinal casi opuesto al que se lo ubicaba habitualmente, en Garupá, donde se lo conocía como “Chaco”.
Los detalles de la denuncia por abuso en su contra se preservan, por lo macabro de las situaciones señaladas y por la no revictimización que impera.