El fuego arrasó en los últimos días con unas 800.000 hectáreas en la provincia de Corrientes. Según estimaciones de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, las pérdidas en el sector ascienden a $26.000 millones, pero para el gobernador correntino, Gustavo Valdés, ya superan los $30.000 millones.
En organizaciones ambientalistas lo que advierten es que el daño será irreparable en los Esteros del Iberá, la selva misionera y el chaco húmedo si no se restauran las áreas quemadas. La afectación de los bosques nativos y de la biodiversidad, además de los perjuicios sobre los humedales, es la mayor preocupación.
Por estas horas, la única esperanza es que las lluvias se intensifiquen y lleven mayor alivio. Más allá de los intensos trabajos de los brigadistas y bomberos, en algunas zonas el fuego sigue sin control.