El panorama del combustible, con las subas de precios y la escasez, tienen consecuencias cada vez más profundas en el día a día. Desde la movilidad de los servicios hasta la distribución de alimentos se ven impactados por los efectos de un desequilibrio que deviene de esta inestabilidad.
En ese marco, lo que refiere al transporte de cargas es quizás el que recibe el primer y mayor golpe. Las subas constantes del gasoil, como también el faltante de éste, dejan al sector en un complejo escenario de preocupación, ya que los costos de logística se incrementan casi a diario. A esto se suman otros componentes que tuvieron que ver con el consecuente panorama que se vive hoy, como el problema para el abastecimiento de neumáticos y los repuestos internacionales.
Por eso, hay transportistas que permanecen parados debido a que la actividad dejó de ser rentable, mientras que muchos de los siguen en circulación, lo están haciendo a pérdida.
Todo ello teniendo en cuenta que el 90% de la carga argentina se mueve en camión, lo que genera intranquilidad no sólo en el sector de transporte, sino también en los rubros que dependen de él.
Misiones, puntualmente, es una de las jurisdicciones que mayor impacto recibe en este sentido, tanto por la utilización casi exclusiva de camiones para el transporte de cargas, como por las distancias que éstos deben transitar desde los grandes centros urbanos del país hasta la Tierra Colorada.
Combustibles
Desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) se expresó la incertidumbre que genera el aumento en el precio de los combustibles, insumo clave para la actividad. Se remarcó que tras el incremento de febrero (9,76%), y en un contexto de fuertes tensiones en el mercado internacional, “el precio del combustible ha registrado a partir de principios de marzo nuevos y pronunciados aumentos en el costo del gasoil”.
Según los relevamientos realizados por el Departamento de Estudios Económicos y Costos, “la escalada oscila entre 11% y 12% en las estaciones de servicio de todo el país, pero llamativamente el precio mayorista, vía granel, para aquellas empresas que disponen de instalaciones y logística de abastecimiento, sufre un aumento que va de 15% hasta 27% dependiendo de la provincia”, estimaron.
En tanto, al incremento en el precio se suma la falta de disponibilidad del combustible, un problema que es recurrente en la provincia de Misiones, sobre todo en las localidades fronterizas.
“Muchas de las Cámaras socias de Fadeeac (la federación nuclea a 43 cámaras de transporte de todo el país, que reúnen a alrededor de 4.400 empresas, en su mayoría pymes familiares) reportan cupos y topes para la carga en algunas estaciones de servicio y faltante en diferentes puntos de la Argentina”, resaltaron.
En el caso de Misiones, Nicolás Obermann, titular de Consultora Emprender, Transporte & Recursos Humanos, explicó a El Territorio que lidiar con los precios y el faltante impide que se pueda planificar el trabajo. “Es lo que más cuesta”, adujo.
En ese sentido, especificó que “hay mucha preocupación por toda esta situación y también por la falta de seguridad para poder planificar ya que los aumentos llegan de la noche a la mañana, sin que los transportistas puedan tener en consideración los futuros incrementos”.
Por ese motivo, aseveró que “muchos se refugian en el abastecimiento a granel, pero este canal actualmente se encuentra en un precio por encima al del surtidor, además de que tiene cupos muy limitados”.
“El transportista debe hacer su pedido con mucho tiempo de anticipación, y algunas veces sin saber cuánto le van a cobrar al momento de la descarga”, apuntó asimismo Obermann.
Y seguidamente remarcó que “saliendo un poco de los precios, el transporte internacional siempre es una alternativa interesante, pero últimamente los permisos y habilitaciones que demoraban 18 días, están por arriba de los 70 días, entonces no se pueden comprometer con las cargas internacionales tampoco”.
Por último, Obermann aseguró que la situación de los neumáticos están igual o peor que el combustible”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Empresarios Misioneros de Autotransporte de Cargas (Cemac), Aníbal Goichik, hizo un análisis de la actualidad del sector y resaltó que “está muy duro en la actualidad llevar adelante un transporte de carga adecuado, competitivo y en las últimas semanas esta situación se vio potenciada por el faltante de combustible, porque son muy pocas las estaciones de servicio que pueden llenar los tanques y más allá de eso afecta la diferencia de precios con los países limítrofes, porque el transporte internacional se mueve por un corredor que pasa por nuestra provincia por lo que ingresan y cargan lo más que pueden y al salir de Argentina lo vuelven a hacer. Así se nos escapan muchos litros”.
Teniendo en cuenta los constantes aumentos de precios que impactan de manera directa en la actividad, adujo que “el incremento de los neumáticos fue uno de los primeros problemas que tuvimos”.
Asimismo, en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7, el empresario explicó que “ahora el faltante es un agravante, como también los repuestos que son de fabricación internacional y con implementación de la tecnología”.
Cambios y costos
Goichik aseguró que la situación devino en que la logística sufra variaciones: “El sistema nos forzó a cambiar rutinas y en varias ocasiones hasta tuvimos que retrasar los viajes y entregas esperando que llegue el combustible a las estaciones de servicios de la provincia, con el riesgo de cargar un poco y salir sin saber si más adelante se iba a poder adquirir un poco más para poder continuar”.
Sobre los costos del servicio, aseguró que “hay un retraso en la actualización” y muchos “no están preparados para enfrentar constantes aumentos de costos”.
“Muchos transportistas están parados en estos momentos porque no tienen espalda para trabajar en este contexto, amortizando los costos que implican mover un camión”, dijo, y aclaró que “los fletes no son caros, los insumos del transporte es lo caro y eso ha llevado a que varias empresas se hayan quedado en el camino, o los mismos propietarios de los camiones que no pueden enfrentar el arreglo como consecuencia del alto valor de los repuestos y arreglos, que son cifras enormes”.
Desde Fadeeac, a su vez, determinaron que “en febrero de 2022, los costos tuvieron un aumento de 7,16%, tras registrar en el 2021 un aumento acumulado de 49%, el segundo incremento más alto de los últimos veinte años”.
“En este contexto, teniendo en cuenta que más del 90% de la carga de la Argentina se mueve en camión y que nuestra actividad resulta esencial para el desarrollo económico y social del país, es que Fadeeac hace un llamado a las autoridades pertinentes para encontrar una solución”, expresaron.
Al mismo tiempo, Goichik agregó: “Encontrar rentabilidad en el transporte ahora es imposible, estamos trabajando por debajo de los costos reales. Esto lleva a que crezca la precarización, la clandestinidad, y tira por la borda todas las actualizaciones que se hicieron años anteriores sobre los transportes de cargas, con equipos más sofisticados. Es bastante gris e incierto el panorama del transporte de cargas en la actualidad”.
Tendencia alcista en combustibles
Un informe de la consultora Politikon Chaco asegura que el Nordeste lideró el ranking de subas en ventas de combustibles en febrero, quedándose con los tres primeros lugares: Formosa (+57%), Corrientes (+44,1%) y Misiones (+43,4%).
En base a datos de la Secretaría de Energía nacional, en Misiones se registró durante febrero una caída en el volumen de ventas. Tras el récord de enero de casi luego de haber registrado un récord histórico en enero de 69.918 metros cúbicos vendidos, en febrero se comercializaron 45.481 metros cúbicos. Sin embargo, la provincia sigue siendo una de las que mayor comercialización tiene en combustibles del país.
A nivel nacional, se vendieron en todo el país 1.397.836 metros cúbicos de combustible al público, entre naftas y gasoil. Se trata del volumen más bajo de los últimos cuatro meses, pero largamente por encima del promedio histórico.
En ese marco, el 54% correspondió a naftas y el 46% restante a gasoil.
Fuente, el territorio.