Familiares y amigos de la familia Pimentel recorrieron el pueblo y reclamaron que se intensifiquen los operativos. Se reunieron con el intendente y la Policía
En este marco los presentes también solicitaron justicia por la muerte del primo de Maxi, Diego Pimentel (31), asesinado a balazos por Adilson Zang (33), patrón de su primo y a quien Diego fue a pedirle explicaciones sobre la ausencia del joven.
Participaron de la marcha más de 60 personas entre los cercanos y quienes se unieron en solidaridad.
Se trató de una movilización pacífica, con el único fin de pedir más colaboración para intensificar los operativos por Maxi, quien – según se reconstruyó – fue visto por última vez el martes 12 a las 20.30, cuando cargaba vinos antes de irse a Brasil.
Las autoridades policiales de la comisaría local recibieron al padre y a la esposa de Maximiliano. Les explicaron cómo sigue la investigación, la búsqueda y el trabajo en conjunto con las fuerzas brasileñas, pero los presentes fueron insistentes para que se aboquen más recursos.
También fueron recibidos por el intendente local, Guillermo Fernández, quien, desde su lugar, se puso a disposición.
Adriana Pinow, esposa de Maximiliano, en diálogo con El Territorio, manifestó: “Tras una semana de la desaparición de mi esposo decidimos hacer esta marcha para exigir respuestas a nuestras autoridades, son muchos días y encima tuvimos que lamentar el asesinato de su primo Diego en plena búsqueda de Maxi”. reclamó.
“Es muy triste todo lo que estamos viviendo, si bien fuimos recibidos por las autoridades necesitamos que se refuercen más las tareas investigativas y de búsquedas. Mis dos hijos preguntan por su padre y no sabemos qué decirles, así que encarecidamente pedimos a nuestras autoridades que redoblen esfuerzos para poder ubicar a Maxi”, amplió.
La joven agradeció a los presentes y a las personas que se solidarizan en este difícil momento que están atravesando. Ella, como los demás familiares, señalan a Zang, quien era el patrón de Maximiliano, como el responsable de su desaparición.
Teresa Mabel Pimentel, madre de Diego Pimentel, quien fue acribillado a balazos por Adilson Zang (33) cuando le fue a reclamar por la desaparición de su primo, indicó: “Hoy estamos pidiendo justicia por mi hijo Diego y también por la pronta aparición de mi sobrino Maxi. Mi hijo perdió la vida por ir a conversar con el patrón de Maxi, a pedir una explicación, por querer saber qué pasó con su primo”.
En este sentido, la mujer aclaró que “Diego no estaba ligado a la venta de vinos ni nada de eso, era un colono trabajador, mi único hijo que tenía una familia, un hijo de 6 y otro de 4. Hoy lloran por la ausencia de su padre, es por eso que pedimos encarecidamente que se haga justicia, más allá de que el responsable de la muerte de mi hijo esté preso”.
La mujer expresó que la familia está destruída y que los tiene intranquilos los familiares de Zang, quienes viven cerca de su casa. “Nuestra lucha sigue con la búsqueda de mi sobrino y pidiendo esclarecimiento de los hechos”, finalizó.
Indagatoria
Como viene informando este medio, en la jornada de hoy Zang podría ser trasladado por efectivos policiales al Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, donde va a escuchar los elementos en su contra y será formalmente imputado por el crimen.
Allí tendrá la posibilidad de dar su versión de los hechos o bien abstenerse a declarar, sin que esto último sea considerado en su contra.
El video de la casa de Zang y los 10 balazos
El ataque a balazos quedó grabado por las cámaras de seguridad de la casa de Zang en el Barrio Obrero de la localidad fronteriza. Cerca de las 19 llegó Diego Pimentel en una Toyota Hilux junto a Antonio, papá de Maximiliano.
El dueño de casa salió a recibirlo hasta el portón que da a la vereda. Entonces se ve cómo hablaron por varios minutos a unos pocos centímetros de distancia, primero con el portón cerrado y luego abierto.
En las imágenes se ve cómo la conversación va subiendo de tono y violencia, con ademanes de la víctima, que en un momento extrajo entre sus prendas un arma de fuego.
En contrapartida se puede ver cómo Zang trata de mantener la compostura con las manos en los bolsillos.
En determinado momento se ve cómo el visitante golpeó en la cabeza con el arma al dueño de casa en varias oportunidades.
Luego volvió a su vehículo, estacionado encendido en la calle, y salió de plano. Ese fue el instante en el cual el detenido aprovechó para abrir fue
Sacó la 9 milímetros que tenía entre el pantalón y empezó con los disparos, ocultándose detrás del muro ante una posible contraataque.
Entonces, con la víctima muerta en el lugar, Zang dejó el arma en el suelo y Antonio salió corriendo de la escena.
Según pudo saber en base a fuentes del caso, la víctima recibió diez balazos.
Fuente, El Territorio.