Una chica tuvo que ir a la escuela nocturna en ojotas, cuando en Misiones había una temperatura de al menos 9 grados.
Sucedió en Oberá, y el profesor y periodista José Luis Martínez, compartió en su muro de Facebook, no en forma de victimización, si no para mostrar la otra realidad, el esfuerzo que le ponen a la vida muchas persona, que tal vez tienen poco o ningún recurso.
Solo sentía un poco de frío, le dijo a los compañeros, pero fue a la escuela porque había clases. Estudiar estaba por encima de todo, incluso del frio misionero que parece congelar los huesos.
Posteo de José Luis Martínez
Imaginar lo que pueden sentir las personas en contextos desfavorables es muchas veces incómodo, pero verlas es prácticamente doloroso.
Este martes 17 de mayo mi alumna asistió a su clase nocturna habitual con total naturalidad a pesar del clima. A las 19:20 horas la temperatura era de 9 grados, y la sensación era lisa y llanamente que el aula estaba helada, en realidad, el edificio entero lo estaba.
Ella vino a la escuela con mucho más entusiasmo que abrigo y no manifestó sobrevaloración o victimización alguna ante su realidad, sólo dijo que vino porque «había clases» y que sentía «un poco de frío nomás».
En tan solo un segundo la realidad nos pone en caja.
Nada más con verla entrar al aula así, tan vulnerable, tan desprotegida, uno rápidamente cae en la cuenta de lo privilegiados que somos los que podemos elegir nuestras prendas y calzados y hasta nos preocupamos por hacerlos combinar.
La realidad está siempre frente a nosotros.
5to Grado Escuela para Jóvenes y Adultos N° 53 – Barrio San Miguel, Oberá.