El testigo considerado clave en la investigación por la muerte de Josías Galeano (15) complicó la situación del único detenido en la causa, al ratificar que éste le confesó el crimen al decirle: “Le hice una llave al cuello por atrás, y como reaccionó, le apreté más y se murió. Lo tuve que matar”.
Se trata de Rogelio Andrés “Koki” Texeira (26), quien seguirá alojado en una dependencia policial hasta que se resuelva su situación procesal.
En cuanto a los dichos del declarante, se supo que no recordó frente al magistrado cuando fue la fecha en que supuestamente “Koki” le manifestó haber terminado con la vida del adolescente, y tampoco el presunto motivo o circunstancia.
Solamente dijo que tuvo un encuentro con él “cara a cara” porque “le llevaba alimentos al monte” y que antes de darle precisiones de cómo fue el homicidio, le habría dicho “me mandé una macana”.
Para la investigación las fechas son de una vital importancia, teniendo en cuenta que la data de muerte respecto al día del hallazgo del cuerpo de Josías (el viernes 3 de mayo pasado) es de 20 a 25 días, según explicaron los médicos forenses.
Es decir que, en base a un cálculo estimativo, su deceso pudo ser entre el lunes 9 al sábado 14 de mayo último.
No obstante, aún restan más testimonios, incluso de dos personas que acompañaron al testigo clave el día que supuestamente “Koki” le confesó el crimen. Es decir que en breve se podría contar con la fecha precisa en la que ocurrió el presunto diálogo entre el ahora imputado y el hombre que declaró ayer.
De esta manera se sabría, al cotejar los dichos de los testigos, si es verosímil el relato respecto al tiempo de óbito. Y si de comparar fechas se trata, la misma policía dijo haber visto alguien parecido a Josías correr cuando notó la presencia de las autoridades y en plena búsqueda, en las afueras de Oberá.
La fecha de este incidente fue el pasado jueves 19 de mayo, lo que abre una brecha enorme de interrogantes.
A todo esto, aún se aguardan los exámenes complementarios a los tejidos del cuello de Josías para determinar si la mecánica del homicidio -que supuestamente surgió por testimonios- se ajusta a posibles lesiones que puedan detectar.
Vale recordar que por el avanzado estado de descomposición del cuerpo aún no se determinó la causa de muerte.
El cadáver, ya entregado por la Justicia, aguarda ser retirado por la familia de la Morgue Judicial de Posadas, donde decidieron dejarlo ante la posibilidad de realizarle una autopsia de parte.
“Lo maté sin querer”
Un segundo testigo al que “Koki” le habría confesado que mató a Josías fue citado por la Justicia en las últimas horas.
Esta persona declaró en sede policial y dijo que el ahora imputado le habría expresado que “lo maté sin querer”, y que en esa ocasión no le preguntó más nada porque “estaba muy fumado (por el acusado)”.
Otro examen médico que espera el mencionado juez instructor es el de partes del recto, teniendo en cuenta que no se descarta que el menor fue abusado.
Más de un mes de búsqueda
El pasado sábado 30 de abril Josías salió de su casa en el barrio San Miguel de Oberá y no regresó. Su madre radicó una denuncia dando cuenta de su desaparición.
Comenzó una búsqueda que duró 34 días hasta que finalmente los investigadores policiales obtuvieron una pista certera.
Un testigo (quien declaró ayer) afirmó que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías.
El dato más importante que dio a los uniformados fue que “Koki” le confesó que mató al menor.
Estos dichos orientaron los rastrillajes policiales hacia un bañado ubicado en el barrio PROSOL de Oberá, donde el viernes pasado a las 19 hallaron semisumergido el cuerpo de la víctima. Por el avanzado estado de descomposición perdió la base completa del cráneo, entre otras partes.
“Koki” fue detenido cuatro horas antes del hallazgo del cuerpo. Estaba en la zona junto a una cuadrilla de tareferos.
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