“Trabajamos un año para llegar a este punto de cosecha y en una hora el clima nos dejó sin frutas”. Las palabras pertenecen a Nicolás Carlino, uno de los productores afectados por las tormentas que durante la madrugada de hoy castigaron duramente a las economías regionales de cítricos de la zona nordeste de Entre Ríos y el sudeste de Corrientes.
Nicolás Carlino, productor e integrante de Coninagro, señaló que, mientras se evalúan los daños, ya se advierte un duro golpe para la citricultura en las regiones afectadas.
“Es muy pronto aún para evaluar y cuantificar daños, pero es un golpe muy duro para la citricultura que tenemos en nuestra región”, manifestó Carlino, que hace citricultura, ganadería y forestación en el sudeste de Corrientes. Además, es consejero de Coninagro y miembro del directorio del INTA.
Según detalló, los reportes que recibieron indican que, en principio, las zonas más afectadas serían Colonia Belgrano, Colonia Sauce, San Roque, Santa Juana y Santa María.
De acuerdo a lo manifestado por el productor, entre las 6 y las 7.30 comenzaron las malas condiciones meteorológicas que se fueron agravando a medida que pasaban las horas. “Hubo precipitaciones intensas, por sectores, con granizo muy grande, que provocaron daños irreparables en frutas y, posiblemente, algún impacto en plantas”, precisó.
En ese sentido, detalló que tienen identificadas las zonas por donde pasó la tormenta, pero aún no han podido cuantificar los daños. Esto llevará por lo menos una semana.
La tormenta dejó a la fruta visiblemente rota, incluso donde el granizo fue más chico. “Las heridas que se le generaron son una puerta de entrada para hongos, por lo que posiblemente se caigan”, indicó. En su mayoría es una producción que “directamente se pierde”. Se lamentó: “Eso es lo que pasa cuando tenés la fábrica a cielo abierto”.
Fuente, La Nación.
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