No habrá movilizaciones de La Cámpora ni de otra organización cercana a la vice para respaldarla, así lo definieron el fin de semana. Está acusada de ser jefa de una asociación ilícita en el proceso por corrupción en la obra pública en Santa Cruz.
Cristina Fernández de Kirchner vuelve a hablar en el juicio oral por la causa Vialidad. Desde su despacho en el Senado, la vicepresidenta brinda sus últimas palabras en el juicio por supuestas irregularidades en la adjudicación de la obra pública durante su gobierno.
La audiencia comenzará a las 9:30 y será por videoconferencia. CFK puede hablar o no, ya que no es obligatorio. Será la primera de los cuatro acusados que hoy tienen la posibilidad de hacerlo. Si lo hace será la tercera vez que hable en el juicio que comenzó en mayo de 2019 y en el que el fiscal federal Diego Luciani pidió que sea condenada a 12 años de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por asociación ilícita y administración fraudulenta.
Qué dijo CFK la última vez que habló en el juicio
En su última exposición en el marco de este juicio, la vicepresidenta explicó que como es acusada, pero al mismo es abogada, podía hacer uso de esta etapa del alegato en su carácter de profesional y lanzó: «Si no hubiese sido abogada, habría estado en estado de indefensión». También reflexionó ante las cámaras que vive “en estado de sitio permanente porque mis garantías constitucionales están suspendidas desde el 10 de diciembre de 2015”. Esa no fue la primera vez que Fernández de Kirchner hablaba en un juicio desde su despacho del Senado. También lo había hecho el 4 de marzo, en el marco de la causa de Dólar Futuro.
La tercera exposición de CFK en la Causa Vialidad
Desde el comienzo de este juicio, CFK habló dos veces. La primera fue durante la indagatoria, el 2 de diciembre de 2019. En ese momento todavía no existía la pandemia de coronavirus y, por lo tanto, la exposición fue presencial.
La vicepresidenta dijo que el juicio formaba parte del lawfare, que era «una vergüenza», y que se trataba de «un plan ideado por el gobierno del expresidente, Mauricio Macri». La segunda oportunidad en la que CFK tomó la palabra fue el 23 de septiembre, a las semanas del intento de magnicidio que casi termina con su vida. Esa vez, ya por Zoom desde su despacho en la Cámara alta, la vicepresidenta disertó en la parte del alegato final de su defensa. Intervino como abogada en causa propia porque no la habían dejado declarar antes, por más que los fiscales habían incorporado nuevo material a la causa.
La declaración de Julio De Vido
Antes que Cristina Kirchner, el viernes pasado, declaró en la causa de Vialidad el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido. En sus palabras volvió a negar la existencia de una asociación entre funcionarios para direccionar obras a Santa Cruz y, ante Luciani y Mola, reiteró que las acusaciones en su contra son “insostenibles”. «Yo y los demás imputados somos víctimas de una injusta persecución”, opinó.
Además de la vicepresidenta, también tendrá derecho a dar sus “últimas palabras” Carlos Kirchner, un primo de Néstor Kirchner que no tuvo vínculos con las obras viales y el exfuncionario de Obras Públicas, José López, recordado por los videos que lo muestran dejando bolsos con dólares en un convento de monjas en General Rodríguez. Luego de las palabras de ellos, habrá otra jornada similar reservada para el extitular de Vialidad Nelson Periotti, y algunos funcionarios de Santa Cruz. Tras ellos, los jueces estarán en condiciones de dar un veredicto.
Quiénes estarán en la audiencia
La vicepresidenta dará su discurso virtual ante una pantalla en la que verá la cara de los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. También estarán presentes en sus correspondientes cuadraditos los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola. Ellos son los que pidieron para CFK una condena a doce años de prisión y la inhabilitación «de forma perpetua» para que no pueda ejercer cargos públicos. El fiscal Diego Luciani y el juez Giménez Uriburu formaban parte del mismo equipo de fútbol, la Liverpool y se juntaban a jugar en la quinta de Macri.