Alexis B. fue imputado por el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico. Se espera que la próxima semana la víctima, de 32 años, sea citada para ampliación de testimonial.
Durante la mañana de ayer se presentó a audiencia indagatoria Alexis B., el tarefero que lleva casi una semana detenido en la comisaría de Garuhapé por estar acusado de secuestrar durante tres días a su ex pareja, una mujer de 32 años de la mencionada localidad quien al ser rescatada por la Policía narró que durante el tiempo en que estuvo privada de su libertad fue torturada y abusada sexualmente en reiteradas oportunidades.
De acuerdo a los datos recabados por este matutino con fuentes de la pesquisa, trascendió que el acusado se presentó cerca del mediodía en el edificio del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, donde tras designar defensor particular, y por recomendación de este último, decidió callar ante los investigadores sin que este represente una complicación en su situación procesal.
Acto seguido fue notificado de la instrucción de la causa por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, desobediencia judicial y amenazas, todo en concurso real.
Según los voceros consultados, como paso siguiente para el avance del esclarecimiento del conmocionante caso, se aguarda que durante el transcurso de la semana, y cuando sea conveniente, se llame a ampliación de declaración testimonial a la víctima.
Es esta cuestión fundamental para la causa ya que dependerá de los relatos que brinde la mujer la consiguiente declaración de más testigos en el caso.
Lo que los investigadores buscan ahondar son detalles de los distintos padecimientos que sufrió la denunciante durante las 72 horas que estuvo secuestrada en casa de su ex pareja.
Esto es, desde la madrugada del sábado 26 de noviembre cuando fue abordada en una plaza de Garuhapé en el momento en que la víctima se dirigía a la casa de su madre, hasta el lunes al mediodía cuando una patrulla de la comisaría local la rescató de la vivienda donde estaba encerrada.
En torno a esto último, también se busca avanzar en intentar reconstruir cómo fue que logró recuperar su teléfono celular que el mismo detenido le quitó al llegar a la morada ese sábado a la madrugada.
Para ello, será clave el relevamiento de mensajería instantánea, tanto del aparato de la denunciante como del propio implicado.
Otra cuestión que interesa esclarecer tiene que ver con que si el detenido pudo haber contado con la complicidad de algún tercero.
Los pesquisas aún no logran entender por qué la víctima fue dejada en plena madrugada por un supuesto amigo en una plaza cercana a la casa de su progenitora en vez de ser acercada por esta persona directamente hasta el mencionado domicilio.
Tampoco se descarta que se soliciten nuevos estudios médicos para la víctima. Aunque también se añadió que el acusado deberá pasar por estudios psicológicos y psiquiátricos, cuyos informes también serán incorporados al expediente más adelante.
Arrastrada por dos kilómetros
A partir del relato que brindó la propia víctima ante los policías que la rescataron el pasado lunes 28 en casa de su ex pareja, la mujer narró que el infierno que sufrió por tres días comenzó cuando el hombre la sorprendió en la vía pública y tras tomarla fuertemente del cabello la arrastró casi dos kilómetros.
Todo esto con la intención de llevarla a la fuerza hasta su vivienda, ubicada en cercanías a la zona conocida como Parador 21, en Garuhapé.
Ya en la mencionada residencia, el agresor quitó el celular a la mujer y la mantuvo vigilada y amenazada constantemente a punta de cuchillo.
Mediante la utilización de un pesado trozo de hierro, cubierto con un pequeño corte de madera que en una de las puntas estaba atado, el depravado violó una y otra vez durante tres días a su ex pareja, sin importarle en lo absoluto que ésta sea la madre de su propio bebé de meses de vida.
La saña y la brutalidad con la que se habría manejado el atacante fue tanta que hasta en determinados momentos utilizó colillas de cigarrillo para provocar quemaduras en brazos y piernas de la mujer.
Por si fuera poco, el hombre también asfixió en varias oportunidades a la denunciante introduciéndole un trozo de tela mojada en la garganta hasta desmayarla para luego despertarla con baldes de agua fría en el rostro.
Claves del caso
Objetos incautados. En el allanamiento en casa del detenido se secuestró un trozo de hierro que habría sido usado para los abusos. También el balde de agua y la tela utilizada para asfixiar a la mujer.
Estudios médicos. Un examen ginecológico hecho a la víctima arrojó que la mujer tiene lesiones compatibles con abuso sexual. Se espera que la víctima pase por más estudios médicos.
La imputación. Por ahora el detenido está imputado por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, amenazas y desobediencia judicial.
Situaciones violentas
Tal como publicó este matutino en la víspera, más allá de las 72 horas de infierno que vivió la denunciante hace una semana en casa de su ex, meses atrás la Justicia de Familia le había impuesto una exclusión de hogar al detenido por reiterados episodios de violencia doméstica. Justamente esta cuestión le valió una restricción de acercamiento que claramente fue violada por el acusado al momento de ser detenido. Incluso, se conoció por allegados al implicado que tiempo atrás los compañeros de trabajo del detenido habrían presenciado, tanto en el lugar de trabajo como en otros puntos de la localidad, varios episodios de violencia por parte de Alexis B., hacía la mujer.
Además, se hizo mención que en otra oportunidad previa, la víctima ya había sido arrastrada de los pelos por el detenido.
Fuente, El Territorio.
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