El ministro de Seguridad defendió la decisión de interrumpir el recorrido del micro y apuntó contra el presidente de la AFA: aseguró que no le entendía cuando hablaba por teléfono. También cuestionó a Berni: “Él no planificó nada”.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, apuntó contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, en medio de la polémica por el operativo de seguridad fallido durante la caravana de los jugadores de la selección argentina.
El funcionario defendió la decisión de transportar a los futbolistas en helicópteros porque no estaban dadas las condiciones para continuar el recorrido por tierra y calificó al dirigente deportivo como “un cachivache de pacotilla”.
Además, en varias ocasiones señaló que no le entendía lo que decía por teléfono -dando a entender que no se encontraba en buenas condiciones- y se quejó porque ayer tuvo que esperar más de una hora para entrevistarse con él porque estaba durmiendo.
La controversia explotó porque, en medio de la caravana de los campeones del mundo, el titular de la AFA publicó una serie de mensajes en los que destacó el rol de Sergio Berni en el operativo y cuestionó al resto de los responsables de Seguridad.
El ministro Fernández recogió el guante y decidió lanzar un contragolpe contundente, visiblemente molesto porque Tapia le había dicho que habían “traicionado” a la delegación de la selección nacional al decidir que el micro no iba a pasar por el Obelisco.
“Esas son las expresiones que tiene este señor, que no es precisamente un libro abierto. Dice lo que le parece y mientras que él insistía en que nosotros estábamos traicionando, (Lionel) Messi, (Rodrigo) De Paul y (Ángel) Di María ya estaban sobre el H17. Ninguno se quejó, todo lo contrario, subieron gustosamente a los helicópteros”., replicó el funcionario en diálogo con Radio 10.
El ministro de Seguridad se hizo cargo de la decisión de sacar a los jugadores de la caravana y le quitó a Berni el protagonismo que quiso darle “Chiqui” Tapia: “Él no planificó nada, yo tomé la decisión de sacarlos en helicópteros porque ‘no se podía avanzar’. Sabíamos que en algún momento íbamos a tener que hacerlo, por eso los teníamos preparados”.
“Lo que le planteé a Tapia (a la mañana en el predio de Ezeiza) fue que nosotros ni loco acompañábamos que fueran al Obelisco. Miren las fotos, pongan en el medio al micro y se van a dar cuenta de que se iban a quedar a vivir ahí seis días, ni loco íbamos a entrar nosotros hasta el Obelisco, tenía que ser un trayecto periférico para poder salir”, argumentó en diálogo con la prensa.
El ministro de Seguridad mantuvo el tono crítico, con la mira siempre puesta en el presidente de la AFA: “Si pretende seguir su jugada, que la haga él, pero nosotros no ponemos en riesgo la vida de los jugadores. La aglomeración era cada vez mayor, la posibilidad de avance era nula y se venía la noche”.
“El objetivo era proteger a los jugadores, no porque fueran a hacerles daño sino porque tanta gente queriendo acercarse puede terminar en cualquier cosa. Después aparecen estos cachivaches de pacotilla (por Tapia) queriendo inventar la cuadratura del círculo. Nosotros fuimos los que tomamos las decisiones”, remató.
El encuentro del plantel con Alberto Fernández
La visita de los jugadores de la Selección a la Casa Rosada fue un tema de debate que se mantuvo hasta el final de la jornada, pero un momento se descartó; de todos modos, la invitación se mantuvo abierta siempre y se llegó a especular con que el desembarco del plantel en Balcarce 50 era un opción que podía consumarse en el momento menos esperado.
“El Presidente lo ofreció y en el grupo había jugadores que querían ir y había otros que… la expresión que ellos sostenían era que no querían ligarse a la política. Igual, nadie decía que se comprometan… El mensaje que mandó el Presidente fue muy claro: ‘Allí está el balcón para que puedan comunicarse’, para que quede ese ícono de la misma foto maradoniana en 1986″, resumió Aníbal Fernández.
“Por la mañana yo tenía señales de que se iba a estar decidiendo en el transcurso del día si iban a Casa Rosada, me lo dijeron varios que están como testigos. Luego, cuando llegamos al punto de tomar la decisión, ya era demasiado tarde. Todo se volvía una complicación y el presidente me insistió que no motiváramos esa situación porque no tenía ningún sentido”, finalizó.
“Ya estaba previsto que (la caravana) durara cinco horas, y un poco más también. La única condición que pusimos era que lo hagamos tranquilos y con todo el tiempo del mundo””, dijo sobre ese requisito, que Chiqui Tapia aceptó.
Consultado sobre el estado de Claudio Tapia, en relación a los comentarios de Aníbal Fernández acerca de que “no se le entendía” cuando intentó hablar con él, Berni aseguró que el titular de la AFA “estaba bien, perfecto”, y que solo “había muchos problemas de comunicación porque había millones de personas usando el teléfono”.
Fuente, Infobae.
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