El último domingo Juan Ramón R. (42) golpeó hasta desmayar a su expareja. Hasta dos días antes había estado detenido, sospechoso de intoxicar y robarle a la mujer.
Tras una denuncia por violencia de género en Oberá, en la cual la víctima expresó que su concubino la había intoxicado y, aprovechando las horas que estuvo internada, le robó dinero y un celular.
Ese fue el quiebre de la relación para la denunciante, una mujer de 45 años madre de siete hijos que había apostado nuevamente por la convivencia con un hombre luego de estar siete años soltera. Sin embargo, fue víctima de violencia e incluso abusos sexuales por parte del acusado.
Sin embargo, el calvario no se detuvo. Luego de ser detenido por el robo mencionado, Juan Ramón R. (42) volvió a su casa con un cuchillo y la atacó ferozmente hasta dejarla nuevamente internada en el hospital local. Es por esto que la Policía de Misiones detuvo al agresor nuevamente.
“Desde ese día, a los tres o cuatro días el tipo estaba afuera, con todo lo que me hizo y con todo lo que dije y conté. No sé cómo explicar lo que viví, lo que pasé con ese hombre yo no se lo deseo a nadie. Nada”, expresó la denunciante.
Y siguió: “Él salió el viernes y el domingo a la noche vino a mi casa, atropelló el portón de mi casa con un cuchillo, me atacó en el cuello, que tengo la marca, me arrastró y me pegó en la vereda de afuera. Eso fue el domingo a la noche”.
La denunciante, cuya identidad se mantiene en reserva, expresó que debido a las graves agresiones se desvaneció y recién se despertó cuando estaba en el Samic de la Capital del Monte. Lesiones y amenazas agravadas es la caratula del proceso y ella aún espera por un botón antipánico.
“Más o menos hace unos cuatro meses nos conocimos por Facebook, después nos pasamos el número, hablamos y él se vino para Oberá desde Buenos Aires. Supuestamente cuando él vino acá estaba separado de la señora, dijo que le había cagado la vida con otro hombre”, empezó diciendo sobre el inicio de la relación.
Ella tiene chacra y un negocio de barrio, donde cría a sus tres hijos menores debido a que los otros ya formaron su familia.
Juan Ramón es misionero, nació y se crió en la provincia pero luego se fue a Buenos Aires, donde vivió muchos años. Esos primeros días en los que estuvo tenían el fin de que la pareja se conociera, por lo que luego se fue a buscar su ropa y regresó a instalarse definitivamente.
“Esos días era un pan de Dios pero después se manifestó la mugre que era”, describió la denunciante.
Consultada al respecto de cuándo empezó la violencia, la entrevistada manifestó que fue “cuando yo descubrí que él aspiraba droga. Ahí empezó la violencia, los abusos, de todo. En 45 años nunca pasé lo que pasé con ese tipo y encima enfrente a mi hijo con discapacidad”.
Lo que aseguró en su denuncia es que la obligaba a tener relaciones sexuales sin su consentimiento y le quitaba dinero.
Las agresiones fueron tales que la mujer no las pudo poner en palabras, solamente repitió que lo que sufrió no se lo desea a nadie. “Me amenazaba, decía que me iba a matar a mí y a mis hijos, que yo no cuente nada para nadie. Yo no sabía qué hacer porque él estaba conviviendo conmigo”.
Fuente, El Territorio.