Ala espera del veredicto en el marco de la causa por el crimen de Lucio Dupuy, el abuelo del niño de 5 años asesinado a golpes por su madre y la pareja -Ramón Dupuy- apuntó contra la Justicia. “Cuando los jueces empiezan a escuchar, que escuchen las dos partes y usen el sentido común”, asestó el hombre.
“Si los jueces empiezan a escuchar, aparecen las soluciones mágicas para las criaturas”, evaluó en una charla con TN. “Es lo más lógico que escuchen a los chicos y les pregunten: ¿con quién querés estar?”, reflexionó, y apuntó: “Ningún progenitor puede negarse a que le hagan un test psicológico para tener a su hijo. En muchos casos se revincula con un padre o una madre, y en esos casos hay que hacer un test, un seguimiento”.
Puntualmente, al referirse al caso de Lucio -cuya tenencia fue otorgada por la jueza Ana Clara Pérez Ballester a la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti y a quien se la acusa por el crimen, junto a su pareja, Abigail Pérez- Dupuy aseguró que nunca se mandó a nadie para realizar un seguimiento: “En el caso de Lucio no fueron capaz de mandar un asistente social, no hay un informe, nada”.
“Sobra gente para trabajar. No hay gente idónea y no tienen ganas de trabajar, los niños no les importan. Es el futuro de la argentina y los están matando”, consideró Dupuy.
Y apuntó: “Tiene que haber alguien que se preocupe por los niños, hay que trabajar y no calentar el sillón. Ganan cerca de 1 millón de pesos para ser una figurita en un expediente. Por cada juez hay un equipo enorme de trabajo, tienen que sacarlos a la calle, tienen que trabajar para la niñez”.
“En un año y tres meses lo mataron a Lucio. La mamá es la mamá y ¿no va a estar mejor que con la mamá? Nunca la mamá es tan buena y nunca el papá tan malo. Estudien, analicen los casos, escuchen las dos campanas, no escuchen solamente una”, cerró Ramón Dupuy.
A la espera del veredicto
La madre de Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti, de 24 años y su pareja Abigail Pérez, de 27, están acusadas por “homicidio agravado con ensañamiento y alevosía”, y “abuso sexual gravemente ultrajante”.
El 22 de diciembre último, la fiscalía que interviene en el juicio pidió que la madre de la víctima y su pareja sean declaradas culpables del “homicidio calificado y abuso sexual”, delitos que prevén la prisión perpetua.
Por su parte, la querella introdujo en su acusación el agravante de “odio de género”; y reclamó las mismas condenas, mientras que las defensas, en cambio, plantearon la hipótesis de un hecho “preterintencional”, es decir, cuando el agresor tiene intenciones de causar un daño, pero no la muerte.
El juicio, que hasta ahora se desarrolló a puertas cerradas, ya que la víctima era menor de edad y se debatía un delito contra la integridad sexual, se hizo en la sede de la Ciudad Judicial de Santa Rosa y contó con la presencia de las dos acusadas que llegaron al debate en calidad de detenidas.
El debate se reanudará el 2 de febrero al mediodía, cuando se resuelva si las acusadas son culpables o no y, dependiendo de ello, luego se realizará una segunda audiencia para dar a conocer el monto de las penas, en caso de que se las hallara responsables de un delito que no prevea como único castigo la prisión perpetua.
Fuente, La Nación.
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