El Gobierno busca estabilizar el dólar financiero y absorber pesos. Por un lado, se pesificarán y deslistarán u$s4.000 millones de deuda bajo ley extranjera. Por otro lado, inyectarán oferta pública en el CCL a través de subastas de Bonares.
Esto generará una transferencia de deuda en moneda extranjera que hoy está en manos de organismos públicos al sector privado. Y en paralelo, permitirá absorber pesos para “evitar que presionen sobre la inflación y mejorar el financiamiento del sector público”, afirmaron en Economía.
“Con el canje, la licitación de esta semana y esta medida (más el margen de adelantos transitorios que permite el FMI) se despeja el financiamiento del Tesoro. Dejó de ser un problema que genere estrés. La sequía más la situación internacional enfoca más la atención en el mercado financiero cambiario. Por eso nos anticipamos con esta medida”, explicó una alta fuente oficial.
Los únicos que estarán exentos de desprenderse de sus tenencias serán el Tesoro y el Banco Central, que las conservarán como reserva para intervenir en los dólares financieros en caso de que se incrementen las presiones del mercado en la previa de las elecciones.
La reunión de este miércoles con bancos, aseguradoras y Alycs servirá para ponerlos al tanto de la nueva norma y para incitarlos a participar como compradores en las subastas de Bonares a través del CCL para “darle profundidad a la operatoria”. En total, cuando finalice el proceso, que podría llevar bastante tiempo, esperan absorber por esta vía unos $2 billones.
Fuentes del equipo económico le confirmaron a Ámbito que la medida fue conversada en las recientes negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Además, destacaron que está contemplada en el acuerdo alcanzado por la comitiva encabezada por el viceministro Gabriel Rubinstein con el staff técnico del organismo en el marco de la cuarta revisión del programa de Facilidades Extendidas, que el board aprobaría a fin de mes. De hecho, la medida resulta una vía para intervenir en el mercado cambiario financiero sin recurrir a las escasas reservas del BCRA en un contexto de sequía que complica las posibilidades de acumulación.
Uno de los factores que llevó a Sergio Massa a definir esta medida fue la reciente suba que registraron los dólares paralelos y las previsibles presiones extra que podrían generarse en el contexto electoral en los próximos meses. En particular, señalaron que la suba de la brecha registrada en enero contribuyó a impulsar al alza, junto a otros elementos, el índice de inflación.
Fuente, El Ámbito.