Una multitud dio el último adiós a Gaspar Martínez González (6), quien sufrió el accidente el último domingo en Paraguay. “Lo agarre, lo abrace y empecé a decirle ‘hijo, hijo’ y no reaccionaba y ahí llegó mi marido y me saca porque yo estaba llorando y después mi hermano me lleva de ahí, porque es una situación que no le deseo a ningún padre.
“Mis otros hijos me dan entereza”, dijo la mamá
Entre lágrimas y dolor. Así despidió una gran multitud a Gaspar Martínez González, el posadeño de 6 años que en la mañana del último domingo mientras miraba el rally de Colonias Unidas, Paraguay, fue impactado por una rueda que se desprendió de un automóvil y le provocó múltiples lesiones en el cráneo que le ocasionaron la muerte.
“El piloto junto a su familia me vino a pedir perdón y yo lo perdoné. Fue un accidente”. Así lo determinó Teresa, la madre del menor.
Según relató su madre, ellos se encontraban en un lugar habilitado para el público cuando el auto del piloto Franco Pappalardo sufrió un desperfecto y su rueda delantera del lado derecho se desprendió.
Al ir en gran velocidad, la parte del vehículo impactó fuertemente contra la víctima, que estaba en el inmueble de su abuelo materno, a metros del circuito de carrera.
“Nosotros fuimos a pasar el fin de semana allá porque vive mi papá y mi marido es chofer y como tenía libre sábado y domingo nos fuimos de Posadas para allá, para que él tenga unos días de relax. Fuimos a pasar un fin de semana tranquilo, justo dio la casualidad que se corría el rally ahí”, contó Teresa.
En esa línea, recordó que “nos levantamos, fuimos al río y volvimos. Hicimos un mate y nos pusimos a mirar la carrera. Había un barranco alto, un cerco, era un lugar seguro, y permitido para el público. Pasaron los primeros autos y vino el cuarto o quinto y se le salió la rueda”.
En ese trayecto, Teresa mencionó que no vio sí fue la parte delantera o trasera, “yo estaba sentada y mi hijo a 20 metros jugando con su prima”.
“Había unas 70 u 80 personas y se escuchó ¡guarda, guarda!. Cuando me doy vuelta y miro veo que Gaspar voló”, rememoró, agregando que al acercarse a su hijo “lo agarré, lo abracé y empecé a hablarle, pero no reaccionaba”.
“Es una situación que no le deseo a ningún padre. Yo perdí al papá de mi otro hijo por un cáncer y me costó muchísimo recuperarme. Ahora perdí a un hijo. Hoy estoy entera, porque él me da fuerza y sigo por mis otros hijos”, resaltó.
Ante la consulta de cómo fueron los minutos posteriores, la progenitora de Gaspar destacó: “Pararon la carrera, vino la ambulancia y le hicieron RCP. Lo llevaron al Sanatorio Adventista y ahí me dicen que no se podía hacer nada, que murió”.
A su vez, contó que los directivos del país vecino acompañaron en todo momento, ya que “desde la organización se pusieron a disposición. Se hicieron cargo del sanatorio y del traslado hasta acá. A la noche vino el piloto, nos pidió perdón y su familia nos pidió disculpas, que le perdonemos. Fue un accidente que nadie esperaba. Y nosotros le perdonamos, quienes somos nosotros para no perdonarlos”, alegó.
Con respecto a la fecha del Rally Nacional Paraguayo, quedó suspendida tras la tragedia que conmovió a la Colonia Aka Karaya, en el Distrito de Bella Vista.
Por último, al recordar a Gaspar, Teresa dijo que “amaba el fútbol y vivía por el fútbol. Era arquero. Los días que tenía práctica preparaba su bolsito para ir y le encantaba. Compartíamos las tardes en el club y lo quiero recordar con alegría”.
Acompañamiento del club
En tanto, el profesor de La Cantera, César Fernández, recordó al niño y su alegría que tenía Gaspar al concurrir a entrenar.
“Gaspar estaba con nosotros hace tres años. Era un chico muy feliz, muy alegre, con ganas de aprender y cada cosa que le enseñábamos él lo aprendía y lo ponía en práctica”, resaltó el profesor que se encarga de la parte formativa de los más chicos.
“Él era nuestro arquero y él eligió ese puesto, le gustaba mucho atajar y quería ser como el Dibu. Cuando se armó la categoría 2016, él apareció con los guantes y era nuestro arquero. Cuando recibimos la noticia, fue muy difícil de asimilar”, dijo con la voz quebrada.
“Cuando escuché el audio no lo podía creer, uno no está preparado para eso. Así que llamé a la parte psicológica del club, porque tenemos muchos chicos que se van a ver afectados y hay que trabajar con ellos”, explicó.
“Ahora como profesionales del fútbol tenemos que seguir y abordar el tema con los chicos, con sus compañeritos y acompañar a los padres, por eso es fundamental el acompañamiento de los psicólogos del club. La primera vez que me toca pasar algo así”, indicó.
Por último, mencionó que “lo vamos a recordar con la alegría que tenía él. Siempre queremos que sean jugadores de fútbol, pero si no se da que sean buenas personas. Y Gaspar era de esas personas que siempre te respetaba, te escuchaba”.
“Nos quedarán los mejores recuerdos envueltos en esa sonrisa que en complicidad con la familia tenía el sueño de soñar en grande siendo tan pequeño.”, finalizó el profesor de La Cantera que anunció que las actividades en el club estaban suspendidas, en razón de luto.
El último adiós
Para darle el último adiós a Gaspar, al cementerio La Piedad de Posadas se acercaron en la tarde de ayer familiares, profesores y allegados del club de fútbol La Cantera, además de estudiantes de todas las edades del Instituto Superior Jesús de Nazaret.
En el mencionado establecimiento educativo, el pequeño Gaspar era conocido por participar para el colegio en la Estudiantina de Posadas 2022. Allí fue la gran atracción y brindó la alegría en dicha competencia siendo uno de los chancheros, disfrazado del famoso personaje Woody, de la película Toy Story.
Justamente, en medio de la despedida al niño, un grupo de estudiantes del colegio llevó sus tambores, chanchas y redoblantes para recrear una parte de la rutina que presentaron el pasado octubre.
Con atenta mirada de las más de 300 personas presentes y con permiso de los familiares, los adolescentes con el lema de “tocamos para vos Gaspi”, ejecutaron sus instrumentos para hacer sonar parte del show que hacía feliz al niño, y para el cual practicaba para volver a presentarse en la próxima fiesta de los estudiantes.
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