Un aumento en las consultas pediátricas por el virus que provoca el síndrome mano-boca-pie en Misiones enciende las alarmas entre los padres de niños menores de cinco años. Se trata de una infección viral leve y contagiosa frecuente en los pequeños que se manifiesta con fiebre y con pequeñas ampollas o pápulas en unas partes concretas del cuerpo por fuera y dentro de la boca (paladar, encías, lengua), y sarpullido en las manos y los pies, incluso en la zona genital.
La semana pasada, el Instituto San Alberto Magno de Posadas decidió suspender las clases debido a la aparición de casos en una salita de cuatro años.
La directora del establecimiento educativo, Lidia Pereira, confirmó que “los papás nos avisaron de los casos y de forma preventiva decidimos suspender las clases los días jueves y viernes de la semana pasada”. No obstante, aclaró que los niños ya están concurriendo normalmente a clases por recomendación del Ministerio de Salud.
Reveló que si bien desconoce la cantidad de casos, ya que se encuentran a la espera de los certificados médicos que confirmen el diagnóstico, estimó que al menos ocho niños habrían presentado síntomas, según informaron los padres.
Consultado al respecto, el pediatra infectólogo del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro de Posadas, Oscar López, confirmó que se ve un aumento de consultas por el virus que causa el cuadro clínico mano-boca-pie en los consultorios privados y públicos.
“Es un cuadro viral producido por un virus llamado Coxsackie, o virus eco, que tiene la particularidad de hacer un cuadro febril mínimo no significativo, y hay un mano-pie-boca que se llama típico que como su nombre lo indica son como pequeñas ampollas que aparecen en las manos, en los pies y en la boca y le producen dolor o molestia a los chicos para tragar o para alimentarse”, explicó.
No obstante, aclaró que “hay algunos virus que no hacen el cuadro típico y aparecen, por ejemplo en las nalgas, en los muslos y pueden aparecer en las manitos o en los pies y no en la boca, o sea, hay muchos cuadros que tienen una presentación no típica, que podría depender de las distintas variantes del virus”.
Indicó que esta infección “es más común en los niños, ya que en los adultos es más probable que ya tengamos anticuerpos contra ese virus”.
Señaló que además de la fiebre y las ampollas, también se puede presentar algo de prurito o molestias en las zonas de las lesiones, y apuntó que el cuadro puede durar de 5 a 7 días. “Son 3 a 4 días en los que el cuadro progresa y 3 a 4 días donde el cuadro va desapareciendo. Es sumamente contagioso, sobre todo con el contacto directo, por la saliva, a través de los juguetes y las cosas que comparten los chicos”, advirtió.
Recomendaciones
En este contexto, el médico infectólogo, Oscar López, recomendó que “es mejor no enviar a aquellos chicos de guardería, de jardines maternales o infantes, que tienen la enfermedad una vez que los padres sepan”.
“El riesgo está en que esta enfermedad la adquiera, por ejemplo, una embarazada, un niño con las defensas bajas, alguien que tenga algún factor predisponente donde la enfermedad se puede hacer más manifiesta”, consideró.
Señaló que ante la aparición de estos casos en las escuelas, “desde el punto de la epidemiología no se recomienda el cierre de las aulas”.
Incluso, destacó, que “algunos especialistas dicen que es un buen momento para insistir con esos niños pequeños en los hábitos de higiene, como limpiar su mesa, las manos, los picaportes que son los lugares donde se van a contagiar, y no compartir los juguetes”.
“Entonces, la recomendación epidemiológica o médica es no cerrar las salas y no enviar a los niños que tienen síntomas de esta enfermedad”, señaló.
Sin embargo, manifestó que “la decisión la toman los docentes” ya que “el niño puede eliminar virus durante una o dos semanas, por lo tanto sigue contagiando, por eso son importantes los hábitos de higiene”.
Es decir que “el niño puede no tener más los pruritos, puede estar re bien y seguir contagiando”.
La enfermedad virósica es estacional, tiene mayor incidencia durante la primavera y en algunos casos se puede confundir con una varicela. “Estas enfermedades la mayoría de las veces pasan sin ninguna complicación, pero con los años vi algunas que tenían complicaciones severas. Es mejor, es menos riesgoso, tenerla de niño en algunas circunstancias, porque en adulto suele ser un poco más agresivas, no en el caso de mano-pie-boca, pero sí por ejemplo, varicela o sarampión que son enfermedades que suelen tener más riesgos”, enfatizó.
En caso de presentar algún síntoma se debe acudir a un centro de atención médica a la brevedad posible para que un profesional en salud pueda realizar la evaluación correspondiente y brindar la asesoría que se requiera a favor del bienestar del afectado.
¿Qué es la enfermedad?
La enfermedad por el virus mano-pie-boca, también llamada Infección Coxsackie o Fiebre Aftosa humana, es una enfermedad pediátrica altamente infecciosa aguda común, caracterizada por la aparición de exantema febril benigno (erupción de la piel de color rojizo, más o menos extensa, que suele ir acompañada o precedida de fiebre), erupciones vesiculares típicas en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las nalgas o la boca y puede presentarse dolor de garganta y cabeza.
Se contagia fácilmente a través del contacto directo persona a persona, por contacto con juguetes o saliva de una persona infectada, por contacto con las heces o el líquido de las vesículas, por esta razón es muy común que los infantes se contagien en el maternal o el jardín. Aún no hay un medicamento específico o una vacuna. Se recomienda medidas preventivas, como evitar el contacto directo con personas infectadas, la desinfección del ambiente contaminado y hábitos de higiene.