Carolina Beatriz Da Silva (28) es posadeña, vivía junto a sus padres y el 26 de noviembre del año pasado desapareció de su domicilio. Salió y no regresó. Sus seres queridos no tienen pistas de dónde puede estar, aunque informaron que es la segunda vez que sucede ya que, en septiembre de 2023, se ausentó del domicilio y la encontraron tres días después tras un aviso a la policía.
Sebastián Da Silva, hermano de Carolina, desde Jardín América comento en contexto familiar y lo que sufre la familia esta angustiante situación. «Ella en los últimos tiempos se encerraba en su habitación y no salía, yo casi no la veía porque no vivo en Posadas y cuando iba, prácticamente no había diálogo», expresó, y remarcó en esa línea que sus padres tenían contacto con la joven «cuando salía de la pieza para lavar su ropa o durante las comidas».
«Esta es la segunda vez que desaparece, la primera se la encontró tres días después, se había hecho la denuncia, una vecina la vio en el centro de Posadas, reportó a la policía y a mis padres y los uniformados la pusieron a reguardo», comentó. Sebastián alertó que Carolina «se encontraba mal de salud», y en septiembre del año pasado «fue la última vez que la vi porque después nunca más me abrió la puerta de su pieza cuando iba a casa de mis padres», agregó el joven.
A su vez, explicó que su hermana «comía poco», que había ocasiones «que directamente dejaba la comida sin tocar» y eso «era una lucha constante para que no quede desnutrida». A pesar de los intentos fallidos en relación a la alimentación, el joven marcó que los progenitores «dejaban la comida para ella y debían fijarse si comía o no». Por tal motivo, con toda la preocupación trataron de ayudarla. «En los últimos días se la veía muy delgada, al punto que se la podía confundir con una persona en situación de calle, por el aspecto físico y la ropa, porque usaba la misma vestimenta y casi no se cambiaba», remarcó el hermano.
El 26 de noviembre Carolina salió de su casa ubicada en el barrio San Isidro de la capital provincial. Sin pistas sobre su paradero, volvieron a hacer la denuncia y comenzó la búsqueda que al momento no tuvo resultados. «Al no tener amigas los recorridos se hicieron por el centro posadeño y la costanera», apuntó Sebastián.
«Mis padres son separados y la convivencia fue siempre complicada, en mi caso particular vivo en Jardín América hace 9 años y mi relación fue cada vez más distante, mi hermana más chica es la que está desaparecida, hace dos años empezó a encerrarse y empezó con un cuadro de depresión», lamentó, esperanzado con poder encontrarla sana y salva.
Fuente, El Territorio.
EL SOBERBIO: Falleció un hombre tras recibir una descarga eléctrica