El Concejo Deliberante obereño aprobó este martes una ordenanza municipal para poner freno al creciente robo de cobre y otros metales no ferrosos.
De ahora en más, las actividades comerciales con metales no ferrosos como ser desarmaderos, chatarrerías y depósitos -donde se lleva a cabo la comercialización- deben cumplir con una normativa que implique un orden y control de la actividad para así también dar respuesta a los reclamos de la comunidad en materia de seguridad.
“Tenemos varias quejas y denuncias y es de público conocimiento que diferentes barrios han quedado sin energía eléctrica por estos ilícitos, pero investigando teníamos un vacío legal, entonces estamos trabajando en regular la compra y venta de estos materiales y estamos trabajando con diferentes concejales de municipios del departamento Oberá, para poder aunar criterios y tener esta herramienta, esta normativa que regule la compra y venta de estos elementos”, señaló la concejal María Luisa Glum.
La ordenanza será implementada por el Poder Ejecutivo a través del área de Finanzas del municipio, con un registro de comercios que se dediquen a la venta de estos materiales, de quienes venden y compran.
“El área de Finanzas va recorrer esos lugares que se dedican a esta comercialización, solicitando determinados requisitos como factura de compra, factura de transporte y aquel comercio que no tenga las condiciones requeridas tendrá su sanción”, sostuvo Glum.
El alcance de la normativa se extiende a toda persona física o jurídica, que realice actividades comerciales, de forma permanente o eventual, aun cuando no sea la actividad principal, con metales no ferrosos, cobre y aluminio en todos sus estados, sean estos establecimientos de venta, reducción, y fundición, fabricación de bienes que incorporen estos materiales, depósitos, chatarreras y toda actividad similar.