En la madrugada de hoy y en el marco del Operativo de Nocturnidad que cada fin de semana lleva adelante la Unidad Regional II, se detectó el desarrollo de una fiesta clandestina en un domicilio particular ubicado sobre calle Paraguay que, ante la presencia de menores y el consumo de bebidas alcohólicas, fue clausurada bajo formalidades de rigor, con intervención del Juez de Faltas de nuestra ciudad.
En el lugar, los efectivos se entrevistaron con el propietario que manifestó haber autorizado a su hijo menor la realización de una fiesta de disfraces sin costo, a la que cada partícipe debía llevar las bebidas a consumir. No obstante ello, se constató que alrededor de 150 menores que participaban del evento llevaban pulseras individualizadas con sus nombres, que habrían sido vendidas como entradas para ingresar a la fiesta.
Ante ello, por infracción a las reglamentaciones legales vigentes, junto al Personal de Inspección de la Municipalidad de Oberá se procedió a la suspensión y clausura del evento con entrega formal de los menores a sus padres y el secuestro de pulseras y bebidas alcohólicas, elevándose las actuaciones a la justicia de Faltas de nuestra ciudad.
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