El diagnóstico inicial era preocupante, con el cáncer ya comprometido al hígado. “La oncóloga me dijo que si yo tenía fe, debía poner todo en manos de Dios, porque las probabilidades eran mínimas”, recuerda Blanca. Desde el primer momento, decidió no preocuparse, sino ocuparse. Confió en la salud pública, que cubrió los estudios y tratamientos necesarios, incluso enviándola a Buenos Aires para realizarse pruebas complejas.
Blanca Cáceres es una vecina de la localidad de Leandro N. Alem. En 2021, a sus 50 años, le diagnosticaron cáncer de mama. Pero su fortaleza y la atención del sistema de salud público de Misiones, junto al Instituto de Previsión Social (IPS), marcaron la diferencia en su camino hacia la recuperación.
“Yo tengo una sana costumbre de palparme la mama, ya que mis hermanas mayores pasaron por lo mismo. Cuando noté algo distinto, fui al ginecólogo, quien me derivó a la mastóloga”, cuenta Blanca sobre el momento en que detectó el nódulo que cambiaría su vida. Tras la punción, la noticia fue contundente: cáncer de mama. Sin embargo, Blanca nunca perdió la fe.
“Decidí ocuparme, no preocuparme”
“Desde el primer momento, decidí no preocuparme, sino ocuparme. Dejé todo en manos de Dios y me comprometí con el tratamiento”, afirmó Blanca, quien no solo enfrentó la enfermedad con valentía, sino que también confió en la salud pública, que cubrió los estudios y tratamientos necesarios.
El diagnóstico inicial era preocupante, con el cáncer ya comprometido al hígado. “La oncóloga me dijo que si yo tenía fe, debía poner todo en manos de Dios, porque las probabilidades eran mínimas”, recuerda Blanca. Sin embargo, ella mantuvo su actitud positiva y, tras varios estudios, los resultados comenzaron a dar señales de esperanza. En 2022, los valores tumorales cayeron drásticamente y, después de una nueva serie de estudios, los médicos confirmaron que el cáncer había desaparecido tanto en el hígado como en la mama.
“Me mandaron a sacar la mama enferma y ponerme una prótesis. Ahora sigo el tratamiento, porque cuanto más tiempo pase, mejor calidad de vida tendré”, afirma Blanca con una sonrisa llena de gratitud. Para ella, la clave de su recuperación fue el apoyo constante de los profesionales de la salud y el sistema de salud pública que no la dejó sola en ningún momento.
“La batalle contra el cáncer de mama es ganable”
Hoy, Blanca se dedica a disfrutar de su vida, haciendo lo que siempre hizo, pero con una nueva perspectiva. “La batalla contra el cáncer es ganable si estamos a tiempo, y hoy en día, con tanta tecnología y medicación, no hay que tenerle miedo al cáncer”, expresa con convicción.
Blanca Cáceres es un testimonio de superación, pero también una prueba de la importancia de contar con una salud pública de calidad, como la que brinda el IPS de Misiones, para acompañar a quienes más lo necesitan en los momentos más difíciles. “Lo importante es luchar. Si uno se lo propone, puede ganar”, concluye Blanca, recordando a todos que la fe y el apoyo del sistema de salud son esenciales en la lucha contra el cáncer.