Un bebé de apenas horas de nacido sobrevivió a 14 puñaladas y ser enterrado vivo en Tailandia.
El pequeño Aidin fue encontrado por una pastora que pasaba cerca de la fosa de unos 20 metros donde fue abandonado.
“Primero escuché los llantos y pensé que alguien había enterrado vivas a sus mascotas, pero luego vi un pequeño pie que salía de la tierra. Traté de controlarme y llamé a la policía. El bebé estaba enterrado boca abajo”, explicó Kachit Krongyut, de 53 años, a Daily Mail.
Según la publicación los médicos explicaron que la tierra ejerció presión sobre el cuerpo del pequeño y eso evitó que se desangrara.
Krongyut desenterró con sus propias manos al menor, quien habría sido herido y abandonado por su madre, una mujer de 42 años.
La mujer ya fue detenida y ahora enfrenta cargos por intento de homicidio y abandono de su hijo.
Aidin, ahora de siete meses de edad, se recuperó satisfactoriamente de sus heridas y está en un orfanato local esperando por sus padres adoptivos, una pareja de suecos que se encargará de darle una mejor vida.
