La escuela se encuentra ubicada en una zona con muy poca iluminación y cercana a la frontera con el país vecino Brasil, donde hace muy poco tiempo se inauguró el Comando Radioeléctrico en sus inmediaciones, sin embargo, la escuela y muchas familias de esta zona siguen siendo víctimas del accionar de los malvivientes.

“Estamos muy preocupados, no es la primera vez que entran y destruyen todo lo que encuentran, pedimos encarecidamente que las autoridades se hagan presente y nos ayuden a solucionar este problema que no nos permite trabajar con tranquilidad y brindar un buen servicio a nuestros estudiantes. Es una vergüenza lo que nos está pasando, como institución y como sociedad, ya no nos queda nada, no entiendo , el equipo de la escuela viene trabajando con muy poco y este tipo de situaciones no hace más que deteriorar la labor y generar una situación de angustia ante la falta de respuestas. En la semana tendremos una reunión con el equipo de la escuela para evaluar acciones a realizar”, comentó a la prensa Agustín Villaverde, director de la institución atacada.