En declaraciones a INFOBER, la propietaria del local robado en pleno centro de esta ciudad, Sandra Arguello contó que tras el atraco, salió detrás de la pareja de delincuentes a los gritos pero nadie la ayudó. “Afuera estaban los remiseros y ademas un inspector de tránsito, me miraron y siguieron hablando cómo nada pasaba”…”yo sinceramente no me animé a seguir sola porque no se que puede pasar, si alguien lo esperaba o si estaban armados”
Ocurrió el lunes a las 18.37 horas en la boutique conocida como “Aba Moda Infantil” sobre calle Santa Fe al 60 y fue grabado por una de las cámaras de seguridad del local, donde se puede observar que mientras la comerciante era distraída atendiendo a una supuesta cliente, en un momento el joven delincuente aprovecha para meter varias prendas en un bolso hecho que quedó registrado.
https://youtu.be/kLVGogeYg4A
Pero no conforme con lo primero sustraído, ya con la presencia de más clientes, intentó robar otras prendas, cosa que fue vista por la comerciante, momento en el que terminan huyendo.
“A la primera vez no vi, a la segunda me di cuenta” relató tal como se ve en las imagenes de la cámara de seguridad, momento en que sale detrás de los mismos pero no recibe asistencia de nadie, en una boutique que está a solo 150 metros de la Unidad Regional Dos y la Seccional Primera. Además, las cámaras monitoreadas (supuestamente las 24 horas) del 911 se encuentran en las dos esquinas mas cercanas, por lo que debieron advertir la situación. No obstante reconoció que no puede quejarse de la atención policial “están trabajando en eso, la verdad no tengo quejas porque mostraron mucho interés en colaborar, y todo el tiempo se están comunicando conmigo por los datos” remarcó.
Desde que abrió el local sobra calle Santa Fe, fue robada dos veces, la anterior fue un celular. En esta ocasión, la mercadería sustraída sumó unos 4 mil pesos.
“La verdad no se desde cuando están observando mi negocio” dijo preocupada y agregó “por otro lado le tengo a mi hija de 2 añitos que siempre está conmigo o jugando en la vereda, todo eso se me cruzó por la cabeza, y bueno ahí desistí seguirlos o avisar a mi marido que estaba en otro local con un cliente porque seguramente lo agarraban pero no se que podría pasar, la impotencia a estas situaciones a veces te hace hacer cosas de las cuales después te arrepentís” concluyó.
Fuente: Infóber