Tras derrapar, el auto habría hecho medio trompo y al tocar el cordón fue eyectado hacia el árbol.
Una joven empresaria posadeña murió en el acto ayer a la mañana al despistar el auto que manejaba y chocar contra un grueso árbol ubicado sobre la vereda de la avenida Martín Fierro casi intersección con Lavalle.
Griselda Benítez Scholler (33) era dueña del complejo de canchas de fútbol de salón Los Cocos, ubicado en avenida Zapiola casi Centenario. Pocas horas antes del accidente, había posteado varias fotos en las redes sociales desde un boliche céntrico, lo que a la Policía le hace suponer que habría estado alcoholizada al momento de protagonizar el siniestro fatal a bordo de su Chevrolet Celta, que quedó totalmente destruido en su lateral izquierdo.
La fallecida -madre de una beba de 1 año y una adolescente de 14- no viajaba sola, puesto que era acompañaba por su amiga María Belén Mateu (20) y en el asiento de atrás iba Jorge Daniel Carvallo (27), quienes sobrevivieron al impacto pero terminaron con sendas lesiones.
El que menos daño sufrió fue el joven, ya que, de acuerdo al informe médico policial, tenía sólo raspones y contusiones, que motivaron su alta médica a media mañana de ayer.
En cuanto a la chica sobreviviente, su situación es más complicada -informaron las fuentes-, puesto que sufrió traumatismo en la región del hígado y por precaución los médicos del Hospital Madariaga decidieron mantenerla en observación hasta que se realicen estudios más específicos. Según fuentes policiales, anoche continuaba con riesgo de muerte.
Uno de los primeros testigos en llegar al lugar del accidente fue Guillermo Silveira. Había salido de su trabajo y manejaba su moto por la avenida cuando se topó con el drama y alertó a la Comisaría Tercera, cuyos uniformados llegaron de inmediato y se pusieron al frente de las tareas de contención de los sobrevivientes.
En diálogo con El Territorio, manifestó que el accidente fatal “ocurrió en una hora crítica en el tránsito posadeño porque la gente sale del boliche, alcoholizada, manejando a mucha velocidad sin importar las consecuencias”.
Recordó que tuvo que desviar su recorrido por una descomunal pelea entre dos grupos sobre la avenida Uruguay, por lo que ingresó por Cabred y, luego de transitar algunas cuadras, llegó al lugar donde “estaba el auto abrazado al árbol”.
Dijo que en pocos minutos comenzaron a llegar “otros chicos con la intención de ayudar pero los dos sobrevivientes se habían bajado por sus propios medios y estaban sobre la vereda, en estado de shock. La chica quería sacar su teléfono del auto, supuestamente para llamar a su familia, pero los policías le tuvieron que ordenar que se quedaran porque se querían ir”.
El muchacho coincidió con la Policía en afirmar que había “mucho olor a alcohol” en el auto, pero fue disidente en cuanto a la maniobra que habría derivado en tragedia. Dijo que varios jóvenes que estaban en el lugar manifestaron que Scholler habría intentado sobrepasar a otro vehículo, en tanto que uno de los sobrevivientes habría indicado que la víctima perdió el control al tratar de esquivar algo. Las pericias determinarán científicamente qué pasó en los minutos previos.
“Fue una suerte que en su descontrolada carrera el auto no aplastara a otra gente, como ya pasó varias veces en Posadas, porque a esa hora hay mucho tránsito en la zona. Muchos salen alcoholizados de los boliches, no miden las consecuencias y terminan destruyendo a sus familias y las de otros que de casualidad pasan por el lugar” lamentó Silveira.
Desde el Juzgado de Instrucción Dos se ordenó una autopsia al cuerpo de Scholler para determinar de manera exacta las lesiones que sufrió. Además de eso, un dosaje sanguíneo para confirmar o descartar si manejaba alcoholizada y, si es así, con qué graduación alcohólica decidió pilotear el vehículo.
Fuente: territoriodigital