El hallazgo de la bala en el cuerpo de Franco Emanuel Sotelo (24), el presunto violador de la nena de seis años de Pozo Azul que murió atropellado por un camión el martes por la tarde en Garupá, sobre la ruta nacional 12, desató todo tipo de especulaciones. Lo mismo los orificios que tenía en un brazo y que la familia denunció eran impactos de bala.
Este viernes se conoció el informe que el médico policial de turno el día del choque hizo luego de la revisión del cuerpo. Fue el primero en examinar el cadáver. No habla de un balazo en la espalda y sobre los orificios sostuvo que no se condecían con las heridas originadas por un disparo.
“Del examen a simple vista, en sector del codo del brazo izquierdo, se observa una lesión sangrante, no presenta característica de orificio de entrada de proyectil de arma de fuego”, detalló el facultativo.
En otro tramo del escrito, al que añadió distintas tomas fotográficas, indicó: “En el sector de la espalda no se observa lesiones compatibles producidas por un proyectil de arma de fuego”.
En las conclusiones del informe también se leen otras dos observaciones importantes:
– Previo al impacto del peatón con el camión, no se observaron manchas de sangre, lo que indica que el occiso no presentaba sangrado antes del impacto.
– En el sector frontal del camión, en el sector de las letras “R” y “D”, de la inscripción que reza “Nordeste”, se observa una fricción, efecto de limpieza, producto del impacto del camión y del peatón estando este de pie”.
Luego de una segunda autopsia practicada el cuerpo del joven, luego de que su familia denunciara que presentaba heridas de arma de fuego (mencionados orificios en el brazo izquierdo), se detectó una bala alojada en la espalda (es de calibre chico, sería 22). El plomo entró por la zona perianal y quedó alojado en la zona lumbar, de acuerdo con la conclusión forense.
Misionesonline
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