Todo comenzó cuando el hombre amenazó a su exmujer con un arma de fuego para que no retire sus cosas de la casa que habían compartido.
De todas maneras, la mujer se retiró del lugar a bordo de su automóvil Chevrolet Meriva, mientras que su expareja la siguió en su Chevrolet Corsa, embistiendola en varias oportunidades.
Al ver la agresión, varios vecinos arrojaron piedras contra el protagonista en la intersección de las calles Ejército del Norte y Marcos Paz.
Finalmente, el conductor del Corsa escapó a toda velocidad y a unas veinte cuadras terminó chocando contra un árbol, tras lo cual fue detenido por la Policía.
El comisario Julio Fernández, jefe de la división Trata de Personas y de Violencia de Género, sostuvo que “no hay registros de un hecho tan violento como este”.
El jefe policial remarcó que “es fundamental que las personas que sufrieron algún tipo de problemas continúen con la acción penal. Es la única manera de que puedan conseguir medidas de protección o vigilancia policial si es que hiciera falta”.
Un hombre llamado Julián fue testigo de lo ocurrido y sostuvo que el agresor parecía no querer detenerse nunca.
“El lunes a las 15 estaba en el negocio y escuchó un choque. Me fijo y el auto apropósito hacia marcha atrás y chocó el auto. Se bajó la mujer y me contó que era el marido y se estaban separando. Le chocó más de 10 veces el auto. No había forma de detenerlo, nadie se quería meter tampoco”,