Con la fecha fijada en el 1 de marzo en muchas provincias (la Ciudad de Buenos Aires comenzará en febrero), se dieron algunas pautas de cómo se desarrollarán las clases desde los Gobiernos, con una fuerte presión para que la presencialidad sea mayoritaria, siempre que la epidemiología así lo permita.
La primera pregunta que realizó la Consultora Zuban Córdoba a los encuestados fue “¿cómo deberían darse las clases en el próximo ciclo lectivo” y sobre la misma opinaron desde personas sin hijos hasta padres con estudiantes en nivel inicial o primaria, secundaria, terciario y universidad.
En el resultado general, un 40,9% de los participantes de la encuesta prefirió “un combinado entre virtual y presencial”; un 30,6% “todo el año en forma presencial”; un 17,5% “virtual hasta que la pandemia se vaya”; y un 9,2% “todo el año en forma virtual”. Pero hubo variantes según los encuestados tienen vínculo actual con algún nivel educativo o no.
Según los grupos
Entre los que no tienen hijos, se mostraron a favor de clases con “un combinado entre virtual y presencial” en un 38,6%; un 34% “todo el año en forma presencial”; 16,3% “virtual hasta que la pandemia se vaya”; y un 9,1% “todo el año en forma virtual”.
Pero si tienen hijos en nivel inicial o primaria, los papás eligieron “un combinado entre virtual y presencial” en un 43,7%; mientras que un 29% se inclinó por clases presenciales todo el año.
Para Zuban-Córdoba “la educación presencial tiene, entre otras ventajas, que prioriza una relación más cercana con docentes y compañeros de clases, lo cual funciona como factor motivacional para el aprendizaje y es considerado lo más adecuado para los niños y niñas de nivel inicial”.
Si tienen estudiantes secundarios, el combinado virtual-presencial captó el 40% de las personas mientras que la presencialidad absoluta un 26,7%. Muy cerca, con el 23,7% estuvieron los que eligieron la virtualidad hasta el fin de la pandemia.
En este caso, la consultora sostuvo que “no podemos olvidarnos que la pandemia nos ha puesto en estos debates pero que la educación venía adaptándose, en mayor o menor medida, a estos nuevos formatos. Quizás sea el momento para avanzar un paso con los y las estudiantes de nivel medio y aportarles las herramientas necesarias”.
Para el caso de adultos con hijos en terciario o universidad el sistema de virtualidad y presencialidad combinado obtuvo el 50,5%. Un 20,6% se inclinó por la presencialidad mientras que un 19,6% por la virtualidad hasta que se termine la pandemia de COVID-19.
Como conclusión, los integrantes de Zuban-Córdoba indicaron que “tanto quienes tienen hijos en edad escolar como quienes no los tienen, coinciden en preferir una educación combinada (presencialidad+virtualidad). Todas y todos, y sobre todo las y los docentes, deben prepararse para las nuevas herramientas. Quedan muchos factores por considerar, pero uno de los más relevantes y significativos es la brecha digital que aún opera en nuestro país y que afecta a gran cantidad de niñas y niños”.