El 20 de agosto de 1965, la Capital del Monte, amanecía cubierta por algo inédito en la región. Los pobladores observaron atónitos que había nieve cubriendo todo el pueblo. Hasta hoy en día se recuerda la nevada en Oberá.
El 20 de agosto de 1965 la ciudad misionera de Oberá se vistió de blanco por una inesperada nevada que sorprendió a toda la ciudad de los inmigrantes.
Comenzó con un amanecer muy frío y un cielo color gris oscuro, para las 10:30 de la mañana Oberá vivió su primera nevada, que cubrió todo a su paso y duró toda la jornada.
El viernes 20 de agosto de 1965 fue un día distinto para Oberá que nunca se volvió a repetir. Exactamente un año antes también había nevado en Bernardo de Irigoyen.






Fuente: Pronostico misiones.com